Trump juega a la broma con Trudeau y menciona que Canadá podría ser el estado 51 de EE.UU.
En una escena intrigante, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, desafió al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Durante una discusión sobre aranceles en la cena en el club Mar-a-Lago el viernes pasado, Trump lanzó un comentario que despertó la atención. Dos fuentes informadas sobre la conversación dijeron a CNN que Trump sugirió que Canadá podría convertirse en el estado número 51. "Descubre cómo una broma entre Trump y Trudeau impactó las relaciones internacionales."
La Conversación Sobre Aranceles
Trump anunció promesas de alzas masivas en los aranceles sobre los bienes provenientes de México y Canadá a partir del primer día de su Gobierno. Durante la cena, mencionó una versión de un arancel del 25% sobre todos los productos enviados a EE.UU. Trudeau respondió de manera cortés, destacando cómo tales aranceles podrían dañar la economía canadiense. Sin embargo, Trump, en un momento de broma, sugirió que, si eso era el caso, Canadá podría unirse a los Estados Unidos como el estado número 51. Una fuente enfatizó que el comentario era solo una broma y que los demás invitados la tomaron así.
Esta mención fue reportada primero por Fox News Digital y desató una serie de reacciones. La cena se convirtió en un escenario donde se mezclaron asuntos económicos y relaciones internacionales.
Entre los presentes en la cena se encontraban importantes figuras. El gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, al que Trump pidió que se desempeñara como secretario del Interior, y su esposa Kathryn. También estaba el elegido por Trump para ejercer como asesor de Seguridad Nacional, el representante de Florida Mike Waltz. Además, Howard Lutnick fue elegido para secretario de Comercio, Dave McCormick fue el senador entrante de Pensilvania y su esposa, y Dina Powell, la ex asesora adjunta de Seguridad Nacional.
La Presencia de Otros
La jefa de gabinete de Trudeau, Katie Telford, y el ministro de Seguridad Pública de Canadá, Dominic LeBlanc, también estuvieron presentes. Esto dio un giro adicional a la escena, ya que representaban diferentes perspectivas y intereses.
La cena se convirtió en un punto de encuentro donde se discutieron asuntos importantes y se mostraron las relaciones complicadas entre los dos países.
Esta historia demuestra cómo una simple broma puede tener consecuencias significativas en las relaciones internacionales y cómo las palabras y acciones de los líderes pueden desencadenar una serie de eventos.