En Mestalla, la herida sangra con cada derrota que ahoga más al Valencia. La grada se llena de pañuelos, y el palco parece indiferente. Pero el abucheo a los jugadores demuestra la frustración. Rubén Baraja no sabe cómo escapar, y el eslabón más débil se ha convertido en un problema. El Rayo ha agotado su crédito, y el Valencia ha perdido su fe. No hay más vida vertical en el equipo, y los principios tácticos se han ido. Cada jornada es más difícil, y el equipo no puede sobreponerse a la falta de calidad. Pero hay un último intento, con Pepelu y Rafa Mir en el campo. ¿Podrán salvar al Valencia?

La Mestalla en la Desesperación por Otras Derrotas

La Herida Sangrando

Mestalla se ha convertido en un lugar de dolor y derrota. Cada vez que el Valencia pierde, la herida se hace más profunda. La grada se llena de pañuelos, y el palco parece indiferente. Pero el abucheo a los jugadores demuestra la frustración. Rubén Baraja no sabe cómo escapar, y el eslabón más débil se ha convertido en un problema. El Rayo ha agotado su crédito, y el Valencia ha perdido su fe. No hay más vida vertical en el equipo, y los principios tácticos se han ido. Cada jornada es más difícil, y el equipo no puede sobreponerse a la falta de calidad.

La Perdida de la Fe

El Valencia ha perdido sus constantes vitales, y cada jornada se aleja más de la esperanza de escapar de un destino lúgubre. No encuentra la forma de sobreponerse a la falta de calidad, a la inexperiencia que le está pensando. No hace temblar a sus rivales, ni siquiera los intimida. El equipo no es que sea fallón cuando pisa área, sino que el campo se le empina como si fuera una montaña. La pelota siempre acaba volviendo a los centrales, que tienen que ser muy cuidadosos.

El Ultimo Intento

Después de tantas derrotas, el Valencia tiene un último intento. Pepelu y Rafa Mir han sido mandados al campo, y Rafa Mir ha sido protagonista de un gol fantasma. Su problemas con la justicia se han olvidado por momentos, y el Valencia necesita salvarse. Pero es una batalla difícil, y el equipo no está seguro de sí mismo. ¿Podrán salvar al Valencia?

En el Metropolitano, el frío volvió y trajo consigo un partido lleno de emoción. Los penitentes que transitaban desde la plaza de Grecia vieron cómo las bufandas rojiblancas dejaron de ser solo cosméticas y se convirtieron en un símbolo de la batalla. Domingo de puente, más de 60.000 almas se unieron al Atlético frente al renovado Sevilla. Ocho victorias animan mucho, y nueve, enloquecen. Este Metropolitano se convirtió en un lugar loco.

El Gol Postrero de Griezmann: Un momento de gloria

El gol postrero de Griezmann calentó a la parroquia y lanzó al Atlético. El partido comenzó raro, con un equipo más defensivo, pero con ganas de presionar arriba. Griezmann y De Paul decidieron golpear primero, avisando con dos disparos. Uno a la cruceta y otro bien respondido por Fernández. Pero fue De Paul el que acertó tras un córner sacado en corto. El argentino metió un chutazo desde el pico del área y colgó el balón por el palo más alejado del portero sevillista.En este caldo, De Paul es el rey. Disfruta el argentino de la fase ofensiva y de electrones que se mueven por delante a los que filtran un pase. Giuliano es el máximo exponente en esas lides, pero Julián y Griezmann también disfrutan. Si le pones escuderos al campeón del mundo como Barrios y Gallagher, ya tienes un equipo imparable.

El Primer Gol de De Paul: Un golpe de suerte

El partido salió despedido como el balón en ambos goles. No hubo ni periodo de tanteo. Fútbol de ataque. De Paul aprovechó un córner sacado en corto y metió un chutazo que dio la ventaja al Atlético. Fue un gol que cambió el curso del partido y dejó a los sevillistas buscando una respuesta.

El Gol de Lukebakio: Una respuesta rápida

Lukebakio decidió responder apenas unos minutos después. El delantero sevillista, también a la salida de un córner, hizo una bicicleta para dormir a Griezmann y Julián y metió un puntapié al primer palo. Fue un gol que puso de nuevo al partido en juego y mantuvo la tensión alta.

El Gol de Isaac Romero: Un momento de gloria para Sevilla

Isaac Romero quiso reivindicarse en el mejor de los escenarios. Una contra en tres pases maravillosos sirvió el balón al canterano sevillista mano a mano con Oblak. No perdonó pese al esfuerzo del esloveno, que llegó a tocar el balón. Fue un gol que dio un nuevo impulso a Sevilla y mantuvo la lucha en el campo.

El Gol de Lino: Un empate emocionante

Lino se quiso reivindicar a golpe de martillo. Un gol desde 25 metros supuso el empate y mantuvo la tensión en el estadio. Griezmann, el héroe del partido, intentó recortar distancias, pero el noruego era de hielo y no le dio la oportunidad.En resumen, este partido en el Metropolitano fue un espectáculo lleno de emoción y goles. Griezmann, De Paul y otros jugadores mostraron su talento y determinación, mientras que Sevilla también mostró que no es fácil vencer a un equipo tan fuerte. Fue un partido que se recordará por mucho tiempo.