En este 2024, se observa un fenómeno interesante. A pesar de los esfuerzos por impulsar la transición hacia la movilidad eléctrica, una parte significativa de los consumidores que ya han adquirido un vehículo eléctrico no planean repetir la experiencia en su próxima compra. Esto plantea serios interrogantes sobre la efectividad de las actuales estrategias de promoción y las barreras que impiden una adopción masiva de esta tecnología. Descubre las razones detrás de la indecisión de los compradores de vehículos eléctricos
La Situación Actual
Muchos artículos de este año se centran en cómo, a pesar de los avances en la electromovilidad, todavía hay un gran desafío en lograr una adopción masiva. Las empresas, gobiernos y consumidores deben unir fuerzas para superar estas barreras. Actualmente, disponer de una red de recarga eficaz es aún una utopía. Los gobiernos deben acelerar la construcción de infraestructuras y ofrecer ayudas a la compra de vehículos eléctricos.
Según un estudio de S&P Global Mobility, casi la mitad de los propietarios de coches eléctricos de marcas generalistas planean volver a adquirir un vehículo de combustión. Aunque las marcas prémium muestran una mayor tasa de retención, incluso entre ellas, factores como el precio y la infraestructura de carga siguen influyendo en las decisiones de compra. Los principales motivos citados por los encuestados son el precio, la limitada infraestructura de carga y la autonomía de las baterías.
Un 52,8% de los propietarios de vehículos eléctricos afirma que su próximo vehículo también será de cero emisiones, mientras que el 47,2% deciden optar por un modelo de combustión o híbrido. Esto no significa que cambiarán su vehículo eléctrico actual, sino que podría ser una compra complementaria.
El Perfil del Comprador
En cada análisis presentado recientemente, se destaca que los compradores de vehículos eléctricos suelen ser personas con altos ingresos, que viven en zonas urbanas y que valoran la tecnología. Esto muestra una clara segmentación en el mercado de vehículos eléctricos, con las marcas prémium y los consumidores ricos más dispuestos a adoptar esta tecnología. Sin embargo, el resto de los usuarios muestran cierta desconfianza en los vehículos eléctricos, especialmente en lo que respecta a la experiencia de uso, la disponibilidad de puntos de carga y el precio.
El Descontento de los Propietarios
Un estudio de McKinsey confirma el descontento de los propietarios de coches eléctricos, especialmente en lo que se refiere a la infraestructura de carga. Además, la autonomía y los costes de mantenimiento son otros obstáculos importantes para la adopción masiva. A pesar de los esfuerzos promocionales, la intención de compra de estos modelos ha aumentado solo ligeramente en los últimos años. Un 29% de los propietarios de un coche eléctrico volverían atrás para comprarse uno de combustión. En Australia y Estados Unidos, la desilusión es mayor, y casi la mitad de los propietarios no volverían a optar por un modelo con baterías. Además, el porcentaje de conductores que no se plantean adquirir un vehículo eléctrico se mantiene en el 21%, como hace un año.