La intoxicación alimentaria es una causa común de la diarrea explosiva. Al ingerir alimentos o bebidas contaminados con microorganismos, se pueden producir síntomas como la diarrea acuosa y vómitos. Algunos de los microorganismos responsables son Salmonella, Escherichia coli y Campylobacter spp. Además, la toxina del Staphylococcus aureus también puede causar episodios comunes en verano.
Las infecciones virales también pueden provocar la diarrea explosiva. El norovirus es una de las causas principales de gastroenteritis viral, mientras que el rotavirus afecta principalmente a lactantes y niños pequeños. Estos virus atacan las células del intestino delgado e interrumpen la absorción normal de líquidos, lo que resulta en una salida excesiva de agua.
Las infecciones bacterianas también pueden causar la diarrea explosiva. Vibrio cholerae es el agente causal del cólera, mientras que Escherichia coli, especialmente las cepas O157:H7, pueden causar síndrome urémico hemolítico. Salmonella también se asocia con aves de corral, huevos y productos lácteos contaminados. Campylobacter se acompaña de fiebre y dolor abdominal.
Los medicamentos también pueden ser una causa de la diarrea explosiva. Los antibióticos pueden alterar la flora intestinal normal, permitiendo que crezcan microorganismos perjudiciales como Clostridium difficile. Los laxantes también pueden causar diarrea si se usan excesivamente. Además, algunos antiácidos con magnesio y medicamentos para la quimioterapia también pueden tener un efecto secundario similar.
El síndrome de malabsorción puede causar diarrea explosiva y otras consecuencias. Cuando los nutrientes no absorbidos llegan al colon, atraen agua y se salen del cuerpo en forma de heces líquidas. Además, se pueden producir estearrea, flatulencias y pérdida de peso.
Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) también pueden causar diarrea frecuente y explosiva. Pueden afectar cualquier parte del tubo digestivo y se acompañan de dolor abdominal, pérdida de peso y, a veces, fiebre. También es posible que aparezcan gotas de sangre o restos de moco en las heces.
Si tienes diarrea explosiva o severa, debes consultar a un médico. El profesional hará un diagnóstico y te propondrá un tratamiento acorde. En general, las infecciones virales y las intoxicaciones alimentarias se autolimitan y no requieren medicación. Solo se necesita sostener medidas higiénico-dietéticas para no deshidratarse. Las infecciones bacterianas pueden necesitar la prescripción de un antibiótico.
Además, hay algunas medidas generales que puedes tomar mientras esperas el turno para tu consulta. Descansa para permitir que tu cuerpo se recupere. Evita ciertos alimentos, como las grasas, los picantes y las frituras. No tomes bebidas irritantes, como cafeína, alcohol y refrescos carbonatados. Bebe abundante líquido para reponer los perdidos. Consume alimentos blandos, astringentes y fáciles de digerir.
En general, no se recomienda detener los episodios de diarrea con fármacos. Solo se deben utilizar medicamentos antidiarreicos si están debidamente prescritos. Las opciones más recetadas son la loperamida, el subsalicilato de bismuto y el racecadotrilo.
Si tienes fiebre superior a 38 °C, detectas sangre o moco en las heces, la diarrea dura más de 48 horas sin mejoría, pierdes rápido de peso o no puedes mantener líquidos en el estómago debido a los vómitos, es necesario consultar a un médico de inmediato. También hay claros signos de deshidratación, como boca seca, sed excesiva, orina oscura, mareos y debilidad.
No siempre se pueden evitar las causas de la diarrea explosiva, pero hay algunas medidas que puedes tomar para reducir el riesgo. Beber agua segura, desinfectar superficies en las áreas de preparación de alimentos, refrigerar bien los productos y cocinar adecuadamente. También es importante lavarse las manos frecuentemente y evitar la contaminación cruzada.