Muchos padres y madres no se dan cuenta de la importancia de limitar el acceso de los niños a la tecnología. Nos hemos convertido en dependientes de la máquina, y nuestra atención ha sido triturada. Es importante que nos den una oportunidad de disfrutar de la vida sin estar siempre atados al teléfono.
En casa, tratamos de ser tecnonazis. No le damos pantallas a la pequeña y tratamos de evitar utilizar el teléfono más de lo necesario. Pero es difícil, ya que todo está mediado por internet y el móvil es la puerta que nos da acceso a todo.
Muchas veces nos vemos en actitudes ridículas, aprovechando cualquier oportunidad para hacer gestión en la pantalla o saciar nuestra ansia de notificaciones. También se produce un conflicto cuando Liliana mira el teléfono más de lo debido. Esto nos molesta y nos lleva a argumentos interminables.
La adicción a la tecnología es un problema que afecta a toda la sociedad. Debemos tomar medidas para limitar el acceso de los niños a la tecnología y enseñarles a utilizarla de manera responsable.
Cuando la niña comienza a jugar con bloques de madera como un teléfono imaginario y se mueve de un lado a otro de la casa con él, nos preguntamos qué hemos hecho mal. Debemos ser más estrictos en nuestro ayuno digital y proteger a los niños de la adicción a la tecnología.
Es importante que nos den la oportunidad a los niños de disfrutar de la vida sin estar siempre atados al teléfono. Debemos enseñarles a utilizar la tecnología de manera responsable y encontrar un equilibrio entre la tecnología y la vida real.