En diciembre de 2024, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional registró un temblor significativo en la provincia de Manabí. Según el reporte revisado, la magnitud del sismo fue de 4.57 y la profundidad llegó a 49,67 kilómetros. Ocurrió a las 18:14, aunque el epicentro no fue detallado por el IG. Ciudadanos en redes sociales informaron haber sentido el temblor con fuerza en lugares como Jipijapa, Sucre y Portoviejo.

Otros Sismos Reportados

Más temprano en el mismo día, a las 13:05, el Instituto Geofísico informó de otro sismo, esta vez en la provincia de Guayas, con una magnitud de 3.7 y una profundidad de 89 kilómetros. El epicentro se ubicó a 10.59 km del cantón El Triunfo. También el miércoles 4 de diciembre, un fenómeno similar tuvo lugar en el Tena, provincia de Napo, con una magnitud de 4.1 y una profundidad de 28 kilómetros.

Sismo en California y Alerta de Tsunami

Además de estos sismos en Ecuador, en Estados Unidos se registró un fuerte terremoto de 7.0. El Sistema de Alerta de Tsunamis del Servicio Meteorológico del país norteamericano declaró la alerta por un posible tsunami, pero luego de unas horas la levantaron. El sismo tuvo lugar a las 18:44 de Estados Unidos (13:44 de Ecuador) a una profundidad de 10 kilómetros. El epicentro se ubicó en el noroeste de Petrolia, un condado del norte de San Francisco. No se registraron víctimas en esta emergencia.

Impacto y Consecuencias

Estos temblores han generado preocupación entre la población ecológica y la comunidad científica. Los estudios geofísicos se intensifican para comprender mejor la naturaleza y la frecuencia de estos fenómenos. Además, las autoridades están trabajando en la implementación de medidas de prevención y mitigación para proteger a las comunidades frente a futuros eventos sismológicos. Aunque no se hayan registrado víctimas en la última emergencia, la vigilancia y la preparación son esenciales para garantizar la seguridad de la población.

Perspectivas y Futuro

La investigación geofísica continúa para obtener una mayor comprensión de los procesos sismológicos en la región. Esto permitirá a los expertos desarrollar modelos y pronósticos más precisos, lo que puede ayudar a las autoridades a tomar decisiones informadas en materia de protección y desarrollo. Además, la educación pública sobre sismos es crucial para que la población sepa cómo reaccionar en caso de un temblor y cómo prevenir daños. En resumen, estos temblores son un desafío para la sociedad, pero también una oportunidad para impulsar la investigación y la preparación.