Warren Buffett, con tres hijos de 71, 69 y 66 años, cree que es fundamental compartir la información del legado familiar. "Asegúrate que todos entiendan tanto la lógica detrás de tus decisiones como las responsabilidades que adquirirán tras tu muerte", escribió en la misiva. Al tener una comunicación fluida entre hijos y padres, se pueden evitar muchas confusiones y conflictos.
Buffett anima a que los hijos escuchen atentamente las preguntas y recomendaciones de sus padres y adopten las que consideren sensatas. Esto ayuda a crear una relación más fuerte y saludable entre la familia.
Warren Buffett y su compañero Charlie Munger han observado las consecuencias de la incomunicación entre padres e hijos. "A lo largo de los años, vimos cómo muchas familias se separaban después de que los dictados del testamento dejaban a los beneficiarios confusos y, a veces, enfadados", explicó Buffett.
Muchos hijos no conocen el legado de sus padres antes de su muerte, y a veces ni siquiera saben si hay un testamento ante notario. Esto puede llevar a conflictos y desuniones en la familia.
En contraste, cuando hay una comunicación fluida entre padres e hijos y se discuten los asuntos del testamento antes de la muerte, la familia se une más. "Charlie y yo fuimos testigos de algunos casos en los que el testamento de un padre rico, discutido a fondo, ayudó a que la familia se uniera más. ¿Qué puede haber más satisfactorio?", dijo Buffett.
Para Buffett, esta comunicación es clave en el porvenir de una familia. También reconoció que suele cambiar su testamento "cada par de años" con alteraciones menores, y que a menudo adopta las sugerencias de sus hijos. Esto es un ejemplo de cómo seguir los pasos de su padre y defender sus ideas.
Susan, Howard y Peter Buffett tendrán la responsabilidad de gestionar el patrimonio de Berkshire Hathaway, valorado actualmente en 632.000 millones de dólares. Esta es una gran responsabilidad que requiere una comunicación fluida y una comprensión mutua entre los padres y los hijos.
Buffett espera que sus hijos puedan tomar decisiones informadas y responsables sobre el patrimonio familiar. Esto requiere una comunicación abierta y una confianza mutua entre todos los miembros de la familia.