El restaurante Arzak comenzó como una casa de comidas sencilla, pero gracias al talento y empeño de Juan Mari Arzak, se convirtió en un referente en la gastronomía. Cuando recibió la primera estrella Michelin en 1974, era un momento de gran alegría y orgullo. No podía creerse la buena noticia.
Desde entonces, ha seguido siendo un punto de referencia para los amantes de la comida. La calidad y la innovación de sus platos han cautivado a los paladares de todo el mundo.
La segunda estrella Michelin en 1977 fue un hito adicional para el restaurante. Mostró que su compromiso con la excelencia no era una casualidad, sino una manera de vida. Juan Mari Arzak y su equipo continuaron trabajando arduamente para ofrecer platos únicos y de alta calidad.
Esta estrella también atrajo a más visitantes del mundo entero, que querían probar la cocina única de Arzak.
En 1989, el restaurante Arzak recibió la tercera estrella Michelin, consolidando su posición como uno de los mejores restaurantes del mundo. La perseverancia y la pasión de Juan Mari Arzak y su familia habían logrado algo inigualable.
Las estrellas Michelin no eran solo un galardón, sino también un desafío. Cada año, el equipo de Arzak se esforzaba por superarse y ofrecer una experiencia culinaria inolvidable.
Para Elena Arzak, el secreto de mantener las estrellas durante medio siglo es la "entrega total y absoluta". Cada plato es elaborado con pasión y atención a los detalles, asegurando que el cliente reciba la mejor experiencia posible.
Además, la "ilusión" es esencial. Buscar nuevas ideas y no caer en la monotonía es lo que mantiene a Arzak en la vanguardia de la gastronomía. La influencia de su madre, Maite Espina, también ha sido fundamental. Una mujer luchadora y emprendedora que siempre ha apoyado a la familia.
El equipo de Arzak agradece a todos los que han hecho posible este éxito, desde los clientes hasta los proveedores y colaboradores. Cada experiencia de los clientes forma parte de los 50 años de historia de Arzak.
Para recordar esa primera entrada en la famosa guía gastronómica, el restaurante organizó una fiesta en el Aquarium de Donostia. La familia Arzak estuvo presente en su totalidad, junto con el personal activo y el que se jubiló después de la pandemia. Fue un momento emocionante que recuerdo con cariño.
Esta fiesta fue un homenaje a los 50 años de historia de Arzak y a la pasión por la cocina que los une.