Padres e hijos
La Generación Perdida: Cómo Recobrar la Esperanza en los Jóvenes
2024-11-02
Las estadísticas son contundentes: nunca antes tantos jóvenes han estado medicados, ni han existido en esta etapa de la vida tantos casos de ansiedad y depresión. ¿Qué está pasando con esta generación? El psicólogo y profesor Tasio Pérez analiza las causas de esta situación, pero también las formas en las que se puede revertir una parte de la población de la que depende el futuro de la humanidad.
Desentrañando la Angustia de la Juventud Actual
Familias Inestables y Falta de Referentes
Hace décadas, la mayoría de las familias contaban con un padre, una madre y un hogar estable durante toda la vida. Hoy, muchos jóvenes provienen de entornos familiares inestables, lo cual genera en ellos una gran angustia y malestar. La responsabilidad de esta situación no recae en los jóvenes, sino en las generaciones anteriores que han destruido gran parte de los cimientos que les brindaban seguridad y bienestar.Un hogar con padres unidos y presentes otorga a los niños una sensación de estabilidad y seguridad emocional fundamental para su desarrollo. En cambio, aquellos que han tenido que afrontar múltiples cambios desde temprana edad manejan niveles de angustia muy altos debido a la falta de ese anclaje afectivo y relacional.Incluso en familias aparentemente estables, puede haber carencias en la capacidad de los padres para establecer límites y ejercer adecuadamente sus responsabilidades. Esto genera en los hijos una sensación de vacío y falta de referentes sólidos.La Presión de las Redes Sociales
La irrupción masiva de las redes sociales ha expuesto a esta generación a un nivel de presión sin precedentes. Mientras que en el pasado los jóvenes solo tenían que lidiar con sus padres, el colegio y los amigos, hoy en día cualquier niño a partir de los 9 o 10 años tiene un teléfono móvil y sus relaciones se desarrollan principalmente a través de plataformas digitales.En estas redes, los jóvenes se ven bombardeados por una imagen idealizada de la vida de los demás, lo que les genera una sensación de que la vida de los otros es mejor que la suya propia. Esto les lleva a competir por obtener más "likes" y a sentirse excluidos del "sistema" si no logran la aceptación de sus pares en el entorno virtual.Lejos de reflejar la realidad, las redes sociales se han convertido en un espacio de envidia y frustración, donde los jóvenes tienen la percepción de que deben cumplir con ciertos estándares de perfección para ser aceptados. Esta presión constante se traduce en altos niveles de angustia y malestar.Sexualidad Precoz y Falta de Referentes Amorosos
Otra de las heridas que afectan a esta generación es la falta de esperanza en el amor y las relaciones duraderas. Muchos jóvenes no tienen referentes en sus propias familias que les muestren que el amor puede perdurar a lo largo de la vida.Además, la presión social y la información que reciben a través de las redes les lleva a iniciar relaciones sexuales a edades cada vez más tempranas, sin estar emocionalmente preparados. Estas experiencias prematuras les generan una gran ruptura interior y una sensación de insatisfacción que les acompaña incluso cuando alcanzan la mayoría de edad.Hiperprotección y Falta de Frustración
Otra de las causas del sufrimiento de los jóvenes radica en el modelo educativo actual, que se ha centrado en brindar mucho afecto, pero sin establecer límites adecuados. Se ha buscado evitar a toda costa la frustración en los niños, privándoles de experiencias de esfuerzo y sufrimiento que les hubieran preparado mejor para afrontar las dificultades de la vida.Al crecer en un entorno que les ha protegido en exceso, los jóvenes se encuentran desprovistos de las herramientas necesarias para manejar la adversidad cuando ésta se presenta. La falta de oportunidades para desarrollar la resiliencia y la capacidad de superar obstáculos les deja desarmados ante los desafíos de la edad adulta.La Brecha Generacional
Siempre ha existido una cierta distancia entre las generaciones, pero en el caso actual, la irrupción de las redes sociales ha profundizado aún más esa brecha. Los adultos, que no han crecido en un entorno digital, tienen dificultades para comprender plenamente las experiencias y desafíos que enfrentan los jóvenes en el mundo virtual.Esta falta de entendimiento mutuo dificulta que los padres, abuelos y otros adultos puedan brindar a los jóvenes el apoyo y la comprensión que necesitan. Es fundamental que los mayores desarrollen la capacidad de escuchar sin juzgar, para poder entender el sufrimiento de los más jóvenes y acompañarles en su proceso de crecimiento.Más Allá de la Angustia: Encontrando la Esperanza
Pese a los desafíos que enfrenta esta generación, el corazón del ser humano sigue estando bien hecho. Muchos jóvenes que llegan a la universidad en un estado de desencanto logran encontrar experiencias de encuentro y conexión que les muestran que es posible amar y ser feliz de una manera diferente a la que buscaban.Programas y cursos que abordan temas como la Teología del Cuerpo están teniendo una gran acogida entre los jóvenes, quienes demuestran un hambre profunda por encontrar nuevas formas de entender el amor y las relaciones. Estos espacios les brindan la oportunidad de descubrir que la felicidad puede surgir de lugares inesperados.Asimismo, el testimonio de familias donde existe un amor genuino y auténtico se convierte en un poderoso referente para los jóvenes que han crecido en entornos inestables. Ver que es posible construir relaciones duraderas y satisfactorias les inspira a creer que ellos también pueden encontrar la felicidad.En definitiva, la respuesta a la angustia de esta generación radica en el amor: un amor que trasciende el mero afecto y que incluye límites, ideales y auténtica libertad. Sólo a través de este amor genuino podrán los jóvenes sanar sus heridas y encontrar el camino hacia una vida plena y satisfactoria.