La noche de los premios Oscar ofreció un espectáculo visual impresionante, donde las estrellas de Hollywood desfilaron con atuendos que combinaban el glamour clásico con interpretaciones modernas. Desde vestidos inspirados en personajes icónicos hasta looks brillantes y audaces, cada detalle fue cuidadosamente pensado para captar la atención del público. Los diseñadores más prestigiosos presentaron creaciones únicas que reflejaron tanto la personalidad de los artistas como el espíritu de la ceremonia.
Entre los momentos destacados se encontraron las apariciones de figuras como Ariana Grande, quien sorprendió con un vestido rosado de alta costura, y Cynthia Erivo, que optó por un diseño verde oscuro que evocaba a su personaje. Además, el blanco prístino y el brillo plateado fueron tendencias dominantes, con Demi Moore y Emma Stone luciendo creaciones que brillaron bajo los focos.
Las celebridades aprovecharon la ocasión para rendir homenaje a sus papeles a través de sus elecciones de moda. Las influencias cinematográficas fueron evidentes en los diseños escogidos, creando una conexión entre el arte de la actuación y la elegancia de la alfombra roja. Estos outfits no solo eran prendas; eran narrativas visuales que contaban historias.
Ariana Grande, por ejemplo, eligió un vestido péplum en tono palo de rosa firmado por Schiaparelli, que evocaba la esencia de Glinda, su personaje en "Wicked". El diseño, con volantes en la cintura y una caída en cascada hasta el suelo, era una representación perfecta de la magia y el encanto de su rol. Por su parte, Cynthia Erivo, nominada a mejor actriz, optó por un vestido de Louis Vuitton en terciopelo verde oscuro, que recordaba a Elphaba, la bruja verde que interpreta. Con un cuello alto en punta y falda con vuelo, este atuendo era una declaración poderosa de fuerza y misterio. Jeff Goldblum, quien da vida al Mago, completó la trilogía con una chaqueta de Prada en color crema, complementada con pantalones oscuros y una flor morada en la solapa, añadiendo un toque de sofisticación y humor a su look.
El blanco prístino y el brillo metálico fueron dos tendencias predominantes en la alfombra roja. Estos colores simbolizaban el glamour eterno de Hollywood, mientras que los detalles modernos aportaban frescura y originalidad a cada outfit. Las estrellas supieron combinar lo tradicional con lo innovador, creando looks verdaderamente memorables.
Elle Fanning, protagonista de “Un completo desconocido”, cautivó con un vestido blanco de encaje de Givenchy, adornado con un lazo negro en la cintura y un collar vintage de diamantes de Cartier. Su cabello rubio estaba recogido en un peinado elegante, resaltando aún más la delicadeza del diseño. Lupita Nyong’o, por su parte, optó por un traje blanco de Chanel con tirantes incrustados de perlas y un corpiño plateado, mientras que Penélope Cruz parecía una diosa etérea con un vestido blanco de Chanel con broches plateados en la parte delantera. En cuanto a los brillos, Demi Moore apareció con un atuendo plateado de Armani, caracterizado por su escote y cola, mientras que Selena Gómez eligió un vestido columna de Ralph Lauren en rosa metálico con pedrería, complementado con un llamativo corte de pelo “bob”. La ganadora del Oscar Emma Stone también resplandeció con un traje de lentejuelas y un peinado pixie hacia atrás, demostrando que el brillo puede ser tanto elegante como audaz.
En la 97ª edición de los Premios Oscar, el mundo del cine y la moda se unieron para ofrecer una noche inolvidable. Dos estrellas de la música y el cine, Cynthia Erivo y Ariana Grande, cautivaron al público con sus interpretaciones vocales y looks inspirados en dos clásicos del entretenimiento: Wicked y El Mago de Oz. Las artistas no solo deleitaron a los asistentes con su talento musical, sino que también marcaron tendencia con vestidos que reflejaban la esencia de sus personajes en la adaptación cinematográfica de Wicked.
El 26 de febrero de 2025, en el Dolby Theatre de Los Ángeles, las miradas se centraron en estas dos celebridades cuando subieron al escenario para inaugurar la ceremonia con actuaciones emocionantes. Ariana Grande interpretó "Somewhere Over the Rainbow", seguida por Cynthia Erivo con "Home". Juntas cerraron el segmento con una versión de "Defying Gravity", el himno del musical Wicked. Ambas fueron nominadas a Mejor Actriz y Mejor Actriz de Reparto respectivamente por sus papeles en la película.
Los vestidos que eligieron para esta ocasión fueron verdaderas obras de arte. Ariana Grande lució un vestido Schiaparelli en tonos rojos y detalles de tul durante su presentación, mientras que en la alfombra roja optó por un diseño rosa pastel adornado con cristales flotantes. Un detalle especial fue el zapato rojo rubí en su espalda, un homenaje a Dorothy de El Mago de Oz.
Por su parte, Cynthia Erivo deslumbró con un vestido de terciopelo verde de Louis Vuitton en la alfombra roja, que evocaba a Elphaba, su personaje en Wicked. Para la actuación, cambió a un vestido de Vivienne Westwood con un degradado de blanco a verde esmeralda, simbolizando la transformación de su personaje.
La combinación de estas prendas no solo capturó la esencia de los personajes, sino que también creó un puente entre dos mundos icónicos del entretenimiento, convirtiendo este momento en uno de los más memorables de la noche.
Desde el punto de vista de un espectador, este evento demostró cómo la moda puede ser una poderosa herramienta narrativa. Los vestidos de Ariana y Cynthia no solo eran atuendos elegantes, sino que contaban historias visuales que complementaban perfectamente sus interpretaciones musicales. Este cruce entre la moda y el entretenimiento nos recuerda que cada elemento de una producción, desde la música hasta el vestuario, juega un papel crucial en la construcción de experiencias memorables para el público.
En el evento más esperado del cine, los Premios Oscar 2025 no solo celebraron a las estrellas de Hollywood, sino que también se convirtieron en un escaparate de moda masculina. Los asistentes lucieron prendas y accesorios que marcan tendencias para el año venidero. Este artículo explora cómo la elegancia clásica, los colores vibrantes y los accesorios discretos están redefiniendo el vestuario masculino.
En una noche llena de glamour, durante los Premios Oscar 2025, celebrada en el teatro Dolby en Los Ángeles, las figuras más destacadas de la industria cinematográfica desfilaron por la alfombra roja con looks que reflejaban tanto la nostalgia como la innovación en moda. El broche, un accesorio discreto pero elegante, fue la elección favorita entre los famosos. Adrien Brody optó por modelos XXL, mientras que Jeff Goldblum eligió un boutón floral y Sebastian Stan prefirió uno mucho más sutil.
Los colores brillantes también fueron protagonistas. En contraste con la tradición de trajes negros, los tonos vivos como el amarillo, los pastel y el blanco, encarnados por Timothée Chalamet, anunciaron la llegada de la primavera. Además, aunque los tonos oscuros siguen siendo populares, el rojo y los burdeos persisten desde 2024, sugiriendo que la paleta de colores está evolucionando hacia una mayor diversidad.
La elegancia clásica hizo su regreso triunfal. Las siluetas sobrias y los patrones atemporales recordaron a los espectadores la importancia de la formalidad y la sofisticación, valores que parecen estar resurgiendo tras años de informalidad.
Desde la perspectiva de un periodista, este evento marca un hito en la moda masculina. La combinación de elementos clásicos con toques contemporáneos sugiere que los hombres están dispuestos a experimentar con su estilo sin perder la esencia de la elegancia. Es evidente que la moda masculina está en plena transformación, equilibrando lo tradicional con lo innovador.