Doña Deli cuenta con "cientos de recetas" y además tiene un profundo conocimiento sobre la historia de la gastronomía boliviana. También es consciente de los ingredientes que integran los Subsidios Prenatal, de Lactancia y Universal Prenatal por la Vida. Esto le permite brindar recetas que incluyen estos tipos de alimentos.
Por ejemplo, cuando se le pregunta qué se puede cocinar solo con chía, responde con recetas como refresco de chía, pudín de chía y ensalada de chía. También puede responder a preguntas sobre platos específicos, como el queso humacha. Esto demuestra su amplia capacidad y conocimiento en la cocina boliviana.
Entrenar una versión personalizada de ChatGPT es una función GPTs lanzada por OpenAI. Esto permite configurar un bot basado en GPT y darle instrucciones para que se comporte de manera predeterminada. En el caso de Doña Deli, se entrenó para convertirse en un asistente especializado en la gastronomía boliviana.
Alejandro Canedo, el creador de Doña Deli, destaca que el equipo detrás de ella está compuesto por personas apasionadas por la gastronomía boliviana, la tecnología y la educación. Ellos querían diseñar un asistente que pudiera servir como un puente entre las tradiciones culinarias de Bolivia y quienes desean aprender sobre ellas.
La sopa de maní es uno de los platos más representativos de Bolivia, especialmente de la región andina. Aquí está una receta sencilla para unas 6 porciones.
Ingredientes: 1 taza de maní crudo (pelado, sin sal), 500 g de carne de res (puedes usar pecho o costilla), 1/2 taza de arroz (opcional), 3 papas medianas, peladas y cortadas en cubos, 2 zanahorias, peladas y picadas en rodajas, 1 cebolla finamente picada, 2 dientes de ajo picado, 1 ramita de apio, 1/2 taza de arvejas (guisantes), 1/4 taza de urucú (achiote) o pimentón para dar color (opcional), aceite para freír, sal y pimienta al gusto, perejil o cilantro picado para decorar.
Preparación: Cocer la carne en una olla grande con 2 litros de agua y un poco de sal a fuego medio hasta que esté tierna (aproximadamente 1 hora). Retirar la carne, desmenúzala en trozos pequeños y reservar el caldo.
Tuesta el maní en una sartén a fuego bajo, moviéndolo constantemente para que no se queme. Una vez tostado, muélelo en una licuadora o procesador con un poco de agua hasta formar una pasta.
Sofreír los vegetales en la misma olla con un poco de aceite. Sofríe la cebolla, el ajo y el urucú (o pimentón) hasta que la mezcla esté dorada y fragante.
Agrega al sofrito la pasta de maní y mezcla bien. Agregue el caldo reservado poco a poco, revolviendo constantemente para evitar grumos.
Incorpora las zanahorias, las arvejas, las papas y el arroz (si lo usas). Cocina a fuego medio hasta que todo esté suave, unos 20-30 minutos. Ajusta la sal y la pimienta.
Devuelve los trozos de carne a la olla y mezcla bien. Deja cocinar 5 minutos más para integrar sabores.
Sirve caliente en tazones y espolvorea con perejil o cilantro picado. Puedes acompañar con llajwa (salsa picante boliviana) y un poco de pan casero.
El restaurante Arzak comenzó como una casa de comidas sencilla, pero gracias al talento y empeño de Juan Mari Arzak, se convirtió en un referente en la gastronomía. Cuando recibió la primera estrella Michelin en 1974, era un momento de gran alegría y orgullo. No podía creerse la buena noticia.
Desde entonces, ha seguido siendo un punto de referencia para los amantes de la comida. La calidad y la innovación de sus platos han cautivado a los paladares de todo el mundo.
La segunda estrella Michelin en 1977 fue un hito adicional para el restaurante. Mostró que su compromiso con la excelencia no era una casualidad, sino una manera de vida. Juan Mari Arzak y su equipo continuaron trabajando arduamente para ofrecer platos únicos y de alta calidad.
Esta estrella también atrajo a más visitantes del mundo entero, que querían probar la cocina única de Arzak.
En 1989, el restaurante Arzak recibió la tercera estrella Michelin, consolidando su posición como uno de los mejores restaurantes del mundo. La perseverancia y la pasión de Juan Mari Arzak y su familia habían logrado algo inigualable.
Las estrellas Michelin no eran solo un galardón, sino también un desafío. Cada año, el equipo de Arzak se esforzaba por superarse y ofrecer una experiencia culinaria inolvidable.
Para Elena Arzak, el secreto de mantener las estrellas durante medio siglo es la "entrega total y absoluta". Cada plato es elaborado con pasión y atención a los detalles, asegurando que el cliente reciba la mejor experiencia posible.
Además, la "ilusión" es esencial. Buscar nuevas ideas y no caer en la monotonía es lo que mantiene a Arzak en la vanguardia de la gastronomía. La influencia de su madre, Maite Espina, también ha sido fundamental. Una mujer luchadora y emprendedora que siempre ha apoyado a la familia.
El equipo de Arzak agradece a todos los que han hecho posible este éxito, desde los clientes hasta los proveedores y colaboradores. Cada experiencia de los clientes forma parte de los 50 años de historia de Arzak.
Para recordar esa primera entrada en la famosa guía gastronómica, el restaurante organizó una fiesta en el Aquarium de Donostia. La familia Arzak estuvo presente en su totalidad, junto con el personal activo y el que se jubiló después de la pandemia. Fue un momento emocionante que recuerdo con cariño.
Esta fiesta fue un homenaje a los 50 años de historia de Arzak y a la pasión por la cocina que los une.