La capital francesa se ha consolidado una vez más como el epicentro mundial de la moda durante los recientes desfiles de Alta Costura. Celebridades, aristócratas e influencers destacaron con looks impecables que dejaron huella tanto dentro como fuera del circuito de la moda. Este evento, que presentó las colecciones Primavera/Verano 2025 de marcas icónicas como Schiaparelli, Dior y Chanel, atrajo a figuras reconocidas que cautivaron con su estilo único. Entre ellas, Karlie Kloss, Kelly Rutherford, Victoria de Marichalar, Sassa de Osma, Carlota Casiraghi y otras celebridades mostraron por qué son verdaderos referentes de elegancia.
En un ambiente de glamour y sofisticación, París fue testigo de momentos memorables durante los desfiles de Alta Costura Primavera/Verano 2025. El 27 de enero, la ciudad se vistió de gala para recibir a invitadas que no solo asistieron como espectadoras, sino que también se convirtieron en parte del espectáculo.
Karlie Kloss, modelo estadounidense, optó por un look minimalista pero sofisticado en el desfile de Dior. Con una chaqueta blazer negra y una falda midi, complementada con accesorios cuidadosamente seleccionados, Kloss resaltó su elegancia natural. Por su parte, Kelly Rutherford, actriz conocida por su papel en Gossip Girl, eligió un vestido blanco de manga larga de Schiaparelli que combinaba modernidad con un toque clásico, completando su atuendo con tacones negros y un bolso de mano con detalles dorados.
Victoria de Marichalar, sobrina del rey Felipe VI, consolidó su estatus como referente de estilo con un vestido negro y el inconfundible bolso Lady Dior. Su presencia en el desfile de Dior reafirmó su creciente influencia en el mundo de la moda. Mientras tanto, Sassa de Osma, princesa de Hannover, impactó con un look innovador de la colección Crucero 2025 de Dior, mezclando un vestido encorsetado victoriano con botas moteras.
Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco y embajadora de Chanel, apostó por un minivestido setentero con aplicaciones metalizadas, medias semitransparentes y botas con tacón ancho. Cada detalle en sus outfits reflejaba su estilo roquero y elegante. Otros nombres notables incluyeron Anya Taylor-Joy, cuyo look deportivo mezclado con alta costura llamó la atención, y Pamela Anderson, quien a sus 57 años demostró que sigue siendo un ícono de estilo genuino y accesible.
Las apariciones de Alexandra de Hannover, Beatrice Borromeo, Jenna Ortega, Hiba Abouk, Carla Bruni, Alexandra Pereira y Philippine Leroy-Beaulieu añadieron aún más brillo al evento, cada una con su propio toque de sofisticación y originalidad.
Desde modelos hasta actrices, estas mujeres no solo fueron testigos de la presentación de las nuevas colecciones, sino que también se convirtieron en protagonistas indiscutibles, capturando la atención de todos los presentes y dejando una marca indeleble en el mundo de la moda.
El evento subrayó cómo la moda puede ser un lenguaje universal, capaz de conectar a personas de diferentes orígenes y culturas. Cada look, cada elección de vestuario, reveló la personalidad única de sus portadoras, demostrando que la elegancia y el estilo son mucho más que simples prendas; son una forma de expresión personal y un reflejo de la época en la que vivimos.
Como periodista, este evento me hace reflexionar sobre el poder transformador de la moda. No solo es una industria multimillonaria, sino también una plataforma que permite a individuos destacarse y comunicar su identidad. Las decisiones estilísticas de estas celebridades nos recuerdan que cada uno de nosotros tiene la capacidad de definirnos a través de lo que llevamos, y que la moda, al final, es una forma de arte que celebra la diversidad y la creatividad humana.
La capital francesa se ha transformado en el epicentro mundial de la moda, albergando un desfile de alta costura que extiende su esplendor hasta finales de enero. En esta ocasión, las marcas más prestigiosas presentan sus creaciones artesanales para la temporada Primavera/Verano 2025, atraídas por una audiencia compuesta no solo de celebridades y figuras influyentes, sino también de miembros destacados de diversas casas reales.
Entre las asistentes notables, encontramos a jóvenes royals que han cautivado la atención con sus atuendos innovadores. Estas representantes de familias reales, cada vez más vinculadas al mundo de la moda, han aprovechado la oportunidad para demostrar su versatilidad estilística. Por ejemplo, Alexandra de Hannover, hija de Carolina de Mónaco, optó por un vestido largo adornado con lentejuelas negras y detalles blancos, acompañada por su pareja. Su presencia en el desfile de Giambattista Valli subraya la relación cada vez más estrecha entre la monarquía y el mundo de la moda.
Otras royals como Eugenia de Hannover y Carlota Casiraghi también dejaron huella en estos eventos. Eugenia, quien ha trabajado como modelo y embajadora de varias firmas, eligió un vestido bohemio con capa bordada y guantes a juego. Carlota, nieta de Grace Kelly, prefirió un dos piezas de tweed de Chanel, combinando elegancia y modernidad. Además, María Carolina y Chiara de Borbón-Dos Sicilias coordinaron sus looks en tonos oscuros durante el evento de Dior, mientras que Cleopatra Zu-Oettingen sorprendió con un vibrante rojo cereza.
Estas apariciones no solo reflejan el interés de la realeza en la moda, sino también cómo estas figuras públicas utilizan sus plataformas para promover la creatividad y el arte. Su participación en estos eventos demuestra que la moda es una forma de expresión que trasciende barreras y conecta culturas, fomentando un intercambio de ideas y estilos que enriquece nuestra sociedad globalizada.