La forma en que los ciberdelincuentes utilizan el ransomware como un servicio (RaaS) es una prueba de cómo se han vuelto más astutos. Al vender códigos de ransomware a otros hackers o incluso a no-hackers, se están expandiendo las capacidades de estos delincuentes.
Esta sofisticación de los ataques no solo afecta a las empresas, sino también a las personas. Los usuarios deben estar atentos a posibles amenazas, como correos electrónicos maliciosos o accesos inusuales.
En los bancos, la inteligencia artificial analiza la cantidad de datos generada diariamente para detectar riesgos emergentes y anomalías en tiempo real. Esto permite tomar medidas preventivas antes de que se produzcan daños significativos.
Además, la inteligencia artificial puede identificar comportamientos inusuales en los usuarios, como transferencias sospechosas. Esto ayuda a proteger a las cuentas bancarias de posibles fraudes.
Las áreas de TI están enfocadas en la implementación de la inteligencia artificial, la gobernanza corporativa y la ciberseguridad. Estas son las herramientas esenciales para proteger a las empresas de los ataques cibernéticos.
La responsabilidad social y la sostenibilidad también juegan un papel importante en la implementación de la ciberseguridad. Al alinearse con estos principios, las empresas pueden marcar un valor diferencial y proteger a sus clientes.