En el verano de 2024, la noticia que sacudió al mundo del fútbol español fue el nombramiento de Colate Vallejo-Nágera como vicepresidente del Club Deportivo Badajoz. Sin embargo, lo que llamó aún más la atención fue la revelación de que la presidenta del equipo, María Bernabé, es sobrina segunda de Isabel Preysler. Este hecho no solo añade un toque de glamour a la directiva del club, sino que también destaca la diversidad y riqueza familiar que rodea a esta abogada madrileña. A través de su narrativa personal, María nos ofrece una visión íntima de su vida, sus conexiones familiares y su compromiso con el deporte.
En los cálidos días de verano de 2024, la ciudad de Badajoz se vio sorprendida por el nombramiento de dos figuras destacadas en la cúpula del Club Deportivo Badajoz. Mientras Colate Vallejo-Nágera asumía el cargo de vicepresidente, María Bernabé tomaba las riendas como presidenta. Originaria de Madrid, María es abogada mercantilista y laboralista, pero su pasión por el deporte la llevó a emprender este nuevo reto en el mundo del fútbol. Su elección no solo marca un hito para el club, sino que también rompe barreras al ser la primera mujer en ocupar este puesto en 120 años de historia.
María cuenta que su relación con Isabel Preysler proviene de su madre, María del Mar Rubio Arrastia, quien es prima de Isabel. Esta conexión familiar le ha proporcionado anécdotas memorables, incluyendo objetos personales de Isabel que guarda como recuerdos. Sin embargo, su dedicación al fútbol es incondicional. Compagina su trabajo legal con las responsabilidades presidenciales, viajando constantemente entre Madrid y Extremadura para supervisar los partidos y proyectos del club.
El Club Deportivo Badajoz, actualmente en Tercera División, enfrenta desafíos significativos tras la gestión previa de propietarios mexicanos que dejaron el equipo en dificultades. A pesar de esto, María está decidida a llevar al equipo a nuevas alturas. Su experiencia como gimnasta profesional durante su juventud le ha brindado disciplina y determinación, cualidades que ahora aplica en su papel como líder del club.
Desde una perspectiva periodística, la historia de María Bernabé es un testimonio de cómo las mujeres están transformando el panorama del fútbol español. Su nombramiento no solo representa un avance significativo para la igualdad de género en el deporte, sino que también pone de manifiesto la importancia de la diversidad en la dirección de equipos profesionales. María demuestra que, independientemente del género o el pasado, con pasión y dedicación, todo es posible. Su historia inspira a otras mujeres a buscar roles de liderazgo en campos tradicionalmente dominados por hombres, marcando un precedente importante en la historia del fútbol español.
El año que acaba de concluir dejó un legado de inspiración y resiliencia. A lo largo del último ciclo anual, numerosas figuras destacadas demostraron que incluso en los momentos más difíciles, la luz de la esperanza puede brillar con intensidad renovada. La juventud y madurez de una princesa real, junto con el compromiso social y artístico de diversas personalidades, se convirtieron en faros que guían hacia un futuro prometedor.
La solidaridad y la pasión por causas nobles fueron ejes fundamentales durante este período. En diferentes frentes, desde la ayuda humanitaria hasta el arte y el deporte, individuos excepcionales mostraron cómo la dedicación y el esfuerzo pueden transformar vidas. El espíritu de superación frente a desafíos como desastres naturales o competencias internacionales fue evidente, destacándose acciones que no solo beneficiaron a comunidades enteras sino que también elevaron el espíritu colectivo.
En tiempos de incertidumbre, estas estrellas nos enseñan que cada persona tiene el poder de hacer una diferencia significativa. Su ejemplo nos invita a mirar hacia adelante con optimismo, recordándonos que, pase lo que pase, siempre hay razones para seguir luchando y creciendo. La fortaleza mostrada ante adversidades y la capacidad de levantarse después de caer son lecciones valiosas que nos motivan a ser mejores versiones de nosotros mismos.
En un período desafiante, Carla Goyanes enfrentó la pérdida consecutiva de seres queridos. Primero fue el fallecimiento de su padre, Carlos Goyanes, y apenas semanas después, el inesperado adiós a su hermana Caritina. Estos acontecimientos transformaron 2024 en un año marcado por el dolor y la reflexión para Carla, quien encontró en la fortaleza interior la clave para continuar.
La familia Goyanes Lapique decidió que no se dejaría vencer por la tristeza. En lugar de sucumbir al pesar, eligieron honrar la memoria de sus seres amados con dignidad y perseverancia. "Hay que seguir adelante por ellos", expresó Carla, demostrando una determinación admirable frente a las dificultades más duras.
Conmovedora es la carta que Carla dedicó a Caritina, una celebración de su vida y legado. A través de palabras llenas de amor y gratitud, Carla recuerda a su hermana como una mujer excepcional, cuya bondad y generosidad impactaron profundamente a todos los que la conocieron. La carta refleja momentos íntimos y valores compartidos, subrayando la conexión única entre ambas hermanas.
Caritina no solo era una figura central en la vida de Carla, sino también en la comunidad. Su labor en Emaús y Sixsens dejó huella en quienes la rodeaban. Carla celebra su capacidad para ayudar a otros, incluso después de su partida, y promete continuar cuidando de aquellos que Caritina amaba. Este compromiso refleja el espíritu resiliente y solidario que caracteriza a la familia Goyanes Lapique.
El mensaje que emerge de esta historia es claro: ante la adversidad, la fuerza interior y el amor familiar pueden ser las herramientas más poderosas para superar los momentos difíciles. Carla Goyanes nos enseña que, pese al dolor, siempre es posible encontrar razones para seguir adelante y honrar la memoria de aquellos que ya no están.