Get Back es una canción para acabar conciertos, una sacudida emocional. Pero el concierto ha continuado con Let It Be, ahora con McCartney sentado frente a uno de sus dos pianos. Esta canción produce un escalofrío masivo y es más emocionante aún cuando se encamina al tercer estribillo.
Live and Let Die ha alcanzado su clímax durante el concierto, con una mansalva de llamaradas, pirotecnia y rayos láser. Y Hey Jude ha sido probablemente la canción más larga del show, con la gente cantando el "na-na-na" del estribillo hasta caer rendida.
Tras un olvidable reprise de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, la interpretación densa y oscura de Helter Skelter ha sido otro momentazo del concierto. Rock grave con la solidez de un metal de alta masa atómica se balanceaba sobre la cabecitas.
Y estupendos, por supuesto, algunos clásicos en interpretaciones cortas, ágiles y frescas como Drive My Car y Got to Get You Into My Life. Una muy alegre Getting Better con perfectas las armonías vocales y Nineteen Hundred and Eighty-Five, en la que ha estado ágil al piano, mientras las guitarras eléctricas aportaban una fogosidad bien entendida.
En una plataforma que se ha elevado en el centro del escenario, McCartney ha interpretado él solo con una guitarra acústica y su voz ya anciana Blackbird y Here Today', dedicada a John Lennon. Este momento de intimidad radical ha sido Paul McCartney más gigante que nunca.
Dentro de 100 años los niños seguirán cantando sus canciones, y este concierto ha sido un testimonio de por qué son tan importantes. Paul McCartney ha dejado un legado que se extenderá a través de los siglos.
It's clear that Burr is not one to shy away from controversial topics, and this incident was no exception. His words have drawn both support and backlash, highlighting the impact his opinions can have.
He further emphasized his point by saying, "They're gangsters, dude. F***ing gangsters. And then one of them gets whacked or something, they're like, 'Oh my God, he was such a good guy.' It's a dirty game... Healthcare — dirty game." This shows his deep-seated frustration with the system and his belief that there is a lot of corruption within it.
This shows that while his comments may be controversial, they also resonate with some people who share his views on the healthcare industry.
Burr's comments have added another layer to this already complex story, forcing us to confront the uncomfortable truths about the healthcare system and the people who run it.