Este momento fue significativo para Balvin, ya que representaba el retorno a sus raíces y la continuidad de su historia. El auto no era solo un vehículo, sino un símbolo de su camino hasta el éxito.
Además, este reencuentro se acompañó de una colaboración especial con Jumbo, la icónica marca de chocolates. Jumbo lanzó una edición limitada para rendir homenaje a J Balvin, transmitiendo el mensaje de que “el chocolate es una invitación a vivir la vida sin límites y a conectar con nuestro poder interior”. Esta alianza mostró la influencia de Balvin en diferentes ámbitos y la capacidad de un auto y un chocolate de unir a la gente.
Las reacciones en las redes sociales mostraron el impacto que el reencuentro de Rayo tuvo en el público. Los fans expresaron su admiración y esperanza de ver a Balvin en diferentes lugares y en futuros conciertos.
Estas publicaciones en las redes sociales también demuestran la conexión que existe entre Balvin y sus seguidores. El auto es un elemento que los une y evoca sentimientos de nostalgia y alegría. Balvin sabe cómo utilizar estos elementos para mantener la conexión con su público y crear una experiencia única.
La empresa tecnológica y de finanzas Ualá publicó un estudio sobre el perfil de sus usuarios, y se observaron claras diferencias en la manera de actuar según el género. Las mujeres mayoritariamente tienen un perfil de inversión de bajo riesgo, conservador o a lo sumo moderado. Priorizan la seguridad, resguardan el capital ante contextos adversos y aceptan un menor rendimiento a fin de no tomar considerables riesgos. En América Latina, es una de las regiones con cifras más desalentadoras, ya que sólo un 20% de quienes invierten son mujeres.
En Cocos, las mujeres representan el 32.7% de los inversores. Cada vez más mujeres están reconociendo la importancia de tomar el control de sus finanzas para alcanzar mayor independencia. Hay aplicaciones como Cocos que brindan educación financiera gratuita y tecnología accesible, haciendo que invertir sea simple y eficiente. Con solo unos clics, cualquier persona puede potenciar su dinero.
Aproximadamente el 80% de las decisiones de compra en las familias son tomadas por las mujeres. No sólo gestionan el presupuesto, sino que también se encargan de la planificación financiera diaria, desde la compra de alimentos hasta el pago de las cuentas. Sin embargo, cuando se trata del Mercado de Capitales, en general son los hombres los que toman la mayor parte de las decisiones. En Argentina, la brecha salarial es la más grande de América Latina, y antes de hablar de inversiones, es importante reconocer esta desigualdad de base.
Cada vez más mujeres se animan a invertir, aunque aún somos minoría. Las mujeres venimos muy atrás en ingresos, y no podemos plantearnos esta conversación sin considerar esto. Las opciones más populares entre las mujeres incluyen plazo fijo, compra de dólares y acumulación bajo el colchón, y el uso de cuentas remuneradas de billeteras virtuales. Además, en promedio, las mujeres invierten cantidades menores, lo que se debe en parte a la brecha salarial y a menos confianza para administrar sumas más grandes.
Las mujeres tienen una mayor inclinación por inversiones conservadoras. Preferen opciones como plazo fijo, compra de dólares y acumulación bajo el colchón, y evitan opciones que puedan generar mayor rentabilidad en el largo plazo. Además, en promedio, las mujeres invierten cantidades menores. Detrás de este comportamiento, además de la brecha salarial, hay menos confianza para administrar sumas más grandes. Priorizan la estabilidad por sobre la especulación y son más cautelosas.
Las mujeres suelen optar por instrumentos de menor riesgo, como bonos o fondos comunes de inversión. Han mostrado un enfoque más prudente en las finanzas debido a factores como menor acceso a educación financiera, salarios más bajos o una percepción de mayor vulnerabilidad económica. Sin embargo, no todas las mujeres son conservadoras. En entornos de confianza y con acceso a herramientas adecuadas, muchas se animan a diversificar y a asumir mayores riesgos.
Las inversiones son una excelente herramienta para construir un futuro económico más estable y alcanzar mayor independencia. Permiten diversificar fuentes de ingresos, evitando depender exclusivamente de nuestro salario o de una jubilación. La capacidad de generar ingresos extras es crucial, especialmente en una sociedad donde las mujeres enfrentamos brechas salariales.
Es una herramienta clave para alcanzar la independencia financiera en un contexto donde muchas mujeres enfrentan desigualdades económicas, como la brecha salarial o la interrupción de sus carreras debido a responsabilidades familiares. Invertir nos permite construir un patrimonio propio, lo que refuerza nuestra autonomía, especialmente en el largo plazo.
Una de las barreras más importantes es la falta de educación financiera. Hay que crear y promover capacitaciones, tanto en el ámbito público como privado, que expliquen de manera clara cómo funciona el Mercado de Capitales y los diferentes tipos de instrumentos de inversión. Es necesario crear programas educativos dirigidos a mujeres, considerando sus circunstancias y necesidades financieras particulares, y mostrar ejemplos de mujeres que han tenido éxito en sus inversiones.
Con Cocos FEM, se busca ofrecer las herramientas y la confianza necesarias para que más mujeres se animen a invertir y disminuir la brecha de género en las finanzas. Esto se logra a través de educación financiera gratuita, como webinars, newsletters, workshops y encuentros, donde las mujeres pueden resolver dudas y encontrar soluciones financieras innovadoras. También se muestran historias de mujeres reales en el mundo de las finanzas.
Históricamente, hablar de plata es tabú, especialmente en los ámbitos de conversación femeninos. Esto se debe en parte a estereotipos de género, ya que muchas veces tememos ser consideradas codiciosas o materialistas al hablar de dinero. Además, hemos crecido con una educación financiera limitada, ya que tradicionalmente el manejo de dinero y la toma de decisiones financieras ha sido visto como un ámbito masculino. Tenemos que romper estos estereotipos y poner estos temas en la mesa.
Según un estudio de Merrill Lynch, el 61% de las mujeres prefiere hablar de su propia muerte antes que de dinero. Esto refleja cómo las normas culturales han limitado el acceso de las mujeres a temas económicos, con consecuencias profundas sobre su autonomía. Saber de finanzas no elimina las desigualdades, pero nos permite identificar oportunidades y tomar decisiones.