Casa en llamas, dirigida por Dani de la Orden, es la gran dominadora con ocho nominaciones. Entre ellas, destaca la mejor dirección y cuatro de sus actores, como Emma Vilarasau, María Rodríguez Soto, Enric Auquer y Alberto San Juan. Además, compite por la mejor película de comedia, el mejor guion de Eduard Solà y el mejor cartel.
Junto a ella, tres películas tienen seis nominaciones cada una. La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar; La virgen roja, de Paula Ortiz; y Los destellos, de Pilar Palomero. También optarán a la mejor dirección junto a Arantxa Etxeberría (La infiltrada). Y a la mejor película de comedia se suman Bodegón con fantasmas, Buscando a Coque, Escape y Volveréis.
En la categoría de drama, están nominadas La habitación de al lado, La virgen roja, La estrella azul, Los destellos y Salve María. Cada una de estas películas muestra la profundidad y la emoción que puede transmitir el cine español.
La serie Querer, de Alauda Ruiz de Azúa, es una de las favoritas con siete nominaciones. Compite por la mejor serie dramática, la mejor actriz protagonista (Nagore Aranburu), el mejor actor protagonista (Pedro Casablanc), la mejor actriz de reparto (Loreto Mauleón), el mejor actor de reparto (Miguel Bernardeau e Iván Pellicer) y el mejor guion de una serie.
Celeste con cinco nominaciones y El caso Asunta, Los años nuevos, Nos vemos en otra vida y Yo, adicto, con cuatro candidaturas cada una, también están entre las ficciones televisivas más destacadas.
A la mejor serie dramática, junto con Querer, han sido nominadas Los años nuevos, Cristóbal Balenciaga, Nos vemos en otra vida y Yo, adicto. En comedia, competirán Celeste, Mamen Mayo, Muertos SL y Medina, el estafador de famosos.
La gala de los Premios Feroz 2025 se celebrará el próximo 25 de enero en el Recinto Ferial de Pontevedra, una ciudad que acogerá también la edición de 2026. Y se entregará además el Premio Feroz de honor al director y guionista Jaime Chávarri, cuya filmografía es una joya en la historia de España y de su cinematografía.
Cuando el folklore no era la tendencia, Sole Parody ya estaba experimentando con mezclar la música popular, el techno y el sample. En 2012, muchos artistas aún no habían comenzado a explorar estas tendencias. Pero Sole Parody estaba a la vanguardia, autoeditando su álbum Cásala y preparándose para lo que vendría después.
Su música era distinta, una mezcla única que atraía la atención. Era como un destello en un mundo aún no preparado para tales innovaciones.
En 2015, con el álbum Hondo, Sole Parody tomó un paso importante. Pasó de ser una artista experimental a tener un estilo propio que se convirtió en su marca. Esta era una etapa crucial en su carrera, donde comenzó a definir lo que sería su música en el futuro.
El álbum Hondo marcó un cambio significativo en su estilo musical. Era una mezcla perfecta de lo antiguo y lo nuevo, atrayendo a una nueva audiencia y consolidando su posición en el mundo musical.
Tras cinco años alejada del circuito por la pandemia, la maternidad y los procesos de creación, Sole Parody volvió con Remedios. Esta era una nueva etapa en su vida y en su música.
La maternidad le dio un nuevo enfoque a su música. Le hizo ver el mundo de manera diferente y a través de ella, creó un disco que reflejaba sus emociones y experiencias. Era una evolución natural que la llevó a un nuevo nivel.
En su nuevo proyecto, Sole Parody dejó a un lado la oscuridad de lo anterior y resurgió en una fiesta postapocalíptica. La música que ahora crea es más accesible, pero sin perder su esencia única.
Está abriendo sus brazos a una nueva audiencia, mientras mantiene la esencia de lo que la hizo famosa. Es una evolución que la hace más fuerte y más relevante en el mundo musical actual.