La destacada jugadora española Paula Badosa tuvo que abandonar su enfrentamiento ante la tenista australiana Daria Saville durante los cuartos de final del Abierto de tenis de Mérida debido a una lesión en la espalda. Tras un primer set dominante, Badosa comenzó a mostrar signos de incomodidad en el segundo set, lo que finalmente llevó a su retiro. A pesar de los esfuerzos del público y su propio empeño, no pudo continuar con el partido. Saville avanzará a la semifinal donde se enfrentará a la colombiana Emiliana Arango.
Badosa, undécima raqueta mundial, logró imponerse en el primer set con una sólida actuación. Consiguió dos quiebres tempranos que le permitieron tomar una ventaja significativa y cerrar el set 6-1. Sin embargo, en el segundo set, comenzó a evidenciarse la dificultad física que la atormentaba. La precisión en sus golpes disminuyó y perdió la elasticidad necesaria para competir al máximo nivel. Los gritos de ánimo del público resonaban en la cancha, pero la situación se tornaba cada vez más complicada para la española.
Saville, consciente de la debilidad de su oponente, aprovechó para mantener su servicio y tomar la delantera. Logró adelantarse 4-3 antes de que Badosa solicitara asistencia médica. Aunque regresó al campo con el apoyo del público, no pudo recuperar su ritmo inicial. En el octavo juego, las devoluciones de Badosa fueron insuficientes y sufrió un nuevo quiebre que marcó el fin de su participación en el torneo.
Tras el retiro de Badosa, Saville expresó su deseo de que la jugadora española se recupere pronto. Por su parte, Saville se prepara ahora para enfrentarse a Emiliana Arango en la semifinal. La colombiana también tuvo un camino difícil, superando a Rebecca Sramkova en un partido que requirió tres sets para definirse. Este enfrentamiento promete ser emocionante y lleno de intensidad.
Pedro Acosta demostró su determinación y adaptabilidad durante el viernes del Gran Premio de Tailandia. A pesar de comenzar en la 16ª posición, logró terminar tercero en la sesión que otorga acceso directo a la Q2. El piloto reveló cómo cambió su estilo de conducción para enfrentar los desafíos técnicos y mejorar su rendimiento en la pista.
Acosta destacó la necesidad de adaptarse a las constantes evoluciones en el mundo del motociclismo. Reconoció que los cambios en los neumáticos y las motos requieren ajustes en su técnica de pilotaje. Durante las sesiones de entrenamiento, experimentó con diferentes estilos de conducción para encontrar un equilibrio entre velocidad y control.
El bicampeón explicó que inicialmente se mantuvo constante y siguió las instrucciones del equipo, pero en el momento del time attack, emergió una versión más agresiva de sí mismo. Esta faceta le llevó a frenar lo más tarde posible, aunque reconoció que la moto actual no responde como la del año pasado. Comprendió que debía buscar un compromiso entre ser audaz y mantener el control, lo cual era fundamental para no perder vueltas cruciales en los tiempos de ataque.
Acosta enfatizó la importancia de superar los problemas de spinning y patinaje de la rueda trasera que afectaron a KTM durante los test de invierno. Tras varias reuniones con su equipo, implementaron estrategias para reducir el estrés en los frenos y aprovechar mejor la adherencia de la goma trasera. Este enfoque permitió completar 22 vueltas con mejores sensaciones, aunque el ritmo fue lento debido a la naturaleza general de la FP1.
El piloto también abordó la competencia feroz en Tailandia, donde Marc Márquez se mostró particularmente fuerte. Acosta expresó su esperanza de acercarse al nivel de Márquez, reconociendo que cada detalle cuenta en MotoGP. Subrayó la necesidad de mejorar en todos los aspectos para alcanzar la misma completa competitividad que su rival, y afirmó que su equipo está listo para seguir avanzando hacia ese objetivo.
La familia Márquez ha iniciado el año con un desempeño sobresaliente en la primera carrera del calendario motociclístico, celebrada en el Circuito de Buriram, Tailandia. Marc Márquez obtuvo la posición de honor en la parrilla de salida, mientras que su hermano Álex logró un destacado segundo lugar. La ausencia del actual campeón mundial, Jorge Martín, quien se recupera de una cirugía, no opacó el brillo de esta jornada. Los seguidores del motociclismo están atentos a cómo evolucionará este inicio prometedor para los hermanos Márquez.
El evento inaugural del nuevo curso en el mundo del motociclismo trajo consigo emocionantes novedades y cambios. En el corazón de Asia, en el circuito tailandés de Buriram, los aficionados presenciaron una demostración de habilidad excepcional. Marc Márquez, ahora como piloto oficial de Ducati, demostró su dominio al obtener la primera posición en la parrilla de salida. Este resultado es especialmente significativo ya que marca el debut exitoso del español con su nueva escudería.
Acompañando a Marc en las primeras filas estuvo su hermano menor, Álex Márquez. El talentoso piloto representando a Gresini Racing logró colocarse en la segunda casilla, superando incluso a figuras reconocidas como Pecco Bagnaia, quien tuvo que conformarse con el tercer puesto tras pasar por la fase de clasificación Q1. Otro elemento llamativo fue la actuación de Ai Ogura, quien sorprendió al ocupar la quinta posición con su Aprilia Trackhouse. El joven japonés, recién ascendido desde Moto2, mostró que está listo para competir en la categoría reina.
Más atrás en la parrilla, pero aún dentro del top diez, encontramos a Raúl Fernández, compañero de equipo de Ogura, quien partirá octavo. Entre ambos se ubicó Pedro Acosta con la mejor KTM del día. Jack Miller, por su parte, representó a Yamaha al conseguir el cuarto lugar en la grilla de partida. Estos resultados anticipan una temporada llena de competencia y emoción en cada curva del camino.
Con estos resultados iniciales, queda claro que la dinastía Márquez sigue siendo una fuerza dominante en el motociclismo mundial. A medida que avance la temporada, todos estarán pendientes de cómo se desarrolla la rivalidad entre estos hermanos y otros contendientes de renombre. La ausencia de Jorge Martín debido a su recuperación agrega un factor de incertidumbre interesante al panorama competitivo, lo cual promete mantener a los aficionados al borde de sus asientos durante todo el año.