En octubre de 2024, se publicó un informe que detalla un caso específico en Navarra. Un lactante presentaba un crecimiento anómalo de vello en espalda, piernas y muslos. Al investigar el entorno familiar, se descubrió que el padre estaba usando minoxidil al 5% y, al cuidar al menor, pudo transferir accidentalmente el fármaco. Tras la suspensión del contacto, los síntomas desaparecieron por completo, lo que demuestra la importancia de la supervisión médica.
Esta situación no es aislada, ya que la revisión en bases de datos nacionales y europeas ha elevado el número de casos a 11. Las hipótesis señalan que la transferencia del fármaco puede ocurrir a través de la piel o vía oral, especialmente en niños cuya piel es más permeable.
Los expertos alertan sobre la gravedad de la exposición a minoxidil en lactantes. No solo por los efectos visibles, sino porque puede llevar a diagnósticos complejos y estrés familiar. Por ello, el Comité Europeo de Farmacovigilancia ha recomendado incluir advertencias en el prospecto del medicamento.
Algunos medios, como ABC, han divulgado este fenómeno, generando preocupación entre las familias. Sin embargo, es importante destacar que, con una intervención adecuada, los síntomas en los niños son reversibles, lo que refuerza la necesidad de una educación médica sobre el uso responsable de medicamentos tópicos en entornos familiares.