"Disfruta de las fresas navideñas con chocolate y seduce a tu familia."
Pasos para hacer fresas con chocolate
Comenzamos colocando un bol de cristal en un cazo y lo ponemos al baño maría. En el bol, agregamos el chocolate negro para postres y lo dejamos fundir poco a poco hasta que este completamente derretido.
Luego, lavamos muy bien las fresas y las secamos con un papel absorbente. Pasamos el chocolate fundido a un bol pequeño y bañamos las fresas solo hasta la mitad, tomando cuidado de que no se caigan en el chocolate agarrando con un palillo o por el rabo.
Las dejamos encima de un papel de horno y las llevamos a la nevera para enfriar por completo. Para decorar, podemos poner en una manga pastelera chocolate blanco fundido y hacer un agujero pequeño para que salga un hilo de chocolate blanco que parezca una cebra, haciéndolas aún más bonitas.
Otras formas de disfrutar las fresas navideñas
Si nos sobran algunas fresas, siempre podemos hacer las clásicas fresas con nata, que son tan buenas y dulces. O, si es nuestro gusto preferido, podemos comerlas con leche. Consiste en cortar las fresas y dejarlas unos minutos en leche con azúcar. Luego, con una cuchara, tomamos las fresas y bebemos la leche dulce con sabor a fresa... simplemente increíble.
Ingredientes necesarios
Necesitaremos medio kilo de fresas y 200 gramos de chocolate negro para postres. Estos ingredientes son esenciales para crear esta deliciosa receta navideña.
Descubre las Recetas Tradicionales de Hanukkah
Latkes: La Maravilla de la Mantequilla
Las tortitas de patata fritas, los latkes, son un plato emblemático de Hanukkah. Estas frituras doradas se sirven con puré de manzana o crema agria, recordando el sabor de la mantequilla. Son una delicia que se disfruta en la mesa navideña y son los favoritos de la familia.Las patatas se rallan finamente y mezclan con huevos, harina y sal. Luego, se fríen en aceite caliente hasta que adquieren una textura crujiente por fuera y una textura suave por dentro. Cada bocado es una explosión de sabores que celebra la historia y el significado de Hanukkah.Retórica: La Delicia del Milagro del Aceite
Estos donuts dulces rellenos de gelatina son una delicia que rinde homenaje al milagro del aceite. Se fríen hasta obtener un dorado perfecto y se espolvorean con azúcar en polvo, dándoles un toque especial.La preparación de los sufganiyot requiere cuidado y atención. La masa se hace con harina, agua, levadura y azúcar. Luego, se rellena con gelatina o mermelada y se fríe. Al final, se espolvorea con azúcar y se puede disfrutar con un café o un té.Pechuga: La Carne Tierna y Rica
La pechuga, un plato de carne tierna y cocinada a fuego lento, es una pieza central tradicional de la cena de Hanukkah. Brinda ricos sabores y calidez a la mesa navideña.La pechuga se sazona con especias y se cocina en un horno o en una sartén hasta que esté tierna y jugosa. Se puede servir con puré de patatas o con una salsa de frutos rojos. Cada bocado es una experiencia de sabores que celebra la tradición judía.Kugel: El Plato Versátil
El kugel, una cazuela de fideos o patatas al horno, puede ser dulce o salado y es un plato versátil que se incluye en las celebraciones de Hanukkah.Para hacer el kugel salado, se mezclan fideos o patatas con huevos, queso y otras especias. Luego, se hornea hasta que esté dorado y crujiente. Para el kugel dulce, se usan ingredientes como naranja, canela y azúcar. Cada versión del kugel es una delicia que combina sabores y texturas.Rugelach: Los Pasteles Mantecosos
Estos pasteles mantecosos en forma de media luna están rellenos con ingredientes como nueces, chocolate o conservas de frutas. Son un toque dulce que agrega alegría a la celebración.La masa de los rugelach se hace con manteca, harina y azúcar. Luego, se rellena con los ingredientes deseados y se corta en pedazos. Se hornea hasta que estén dorados y crujientes. Cada bocado es una explosión de sabores que celebra la tradición judía.Las ricas tradiciones culinarias de Hanukkah no solo satisfacen el paladar sino también enriquecen la experiencia de la festividad. Cada plato es una historia en sí mismo y une a las familias en torno a la cultura y la herencia judía. Desde las frituras doradas de los latkes hasta los pasteles dulces de los rugelach, Hanukkah se convierte en una fiesta de sabores y alegría.(La historia anterior apareció por primera vez el 12 de diciembre de 2024 a las 15:01 IST. Para obtener más noticias y actualizaciones sobre política, mundo, deportes, entretenimiento y estilo de vida, visite nuestro sitio web lastly.com)"Descubre cómo Laurie Colwin mezcló las sabores de la cocina con la magia de la escritura."
La Dualidad de Laurie Colwin
Antes de todo, se plantea la pregunta de si Laurie Colwin fue cocinera antes que escritora o viceversa. Su vida fue una mezcla perfecta de ambas disciplinas. Nació en Manhattan en 1944 y, a lo largo de su vida, destacó por su intelecto brillante y su amor por la literatura. Sin embargo, también tenía un profundo amor por la cocina, que la acompañó desde sus inicios.
Formada en instituciones de renombre, Colwin trabajó como editora y traductora, mostrando su versatilidad. Pero fue en su libro "Una escritora en la cocina" donde realmente mostró su maestría. Este libro no sigue el esquema tradicional, sino que nos lleva a través de sus capítulos bien estructurados y con cierres ingeniosos.
La Cocina en sus Recuerdos
En las páginas de "Una escritora en la cocina", Laurie Colwin habla de la cocina como un elemento esencial de su vida. Reflexiona sobre cómo la comida se filtró en su día a día, desde sus mudanzas a un apartamento pequeño en Nueva York hasta los recuerdos de sus familiares.
Recuerda las sopas de su tía Julia y las comidas de su madre, que no solo satisfacían el apetito, sino también el alma. Y cuando se convirtió en madre, preparó para su hija los mismos platos que ella disfrutó en su infancia, creando un vínculo especial a través de la comida.
Anécdotas y Recetas
Cada capítulo de "Una escritora en la cocina" combina anécdotas y recetas, creando un mosaico único. Colwin prefería las comidas caseras, alejadas de la ostentación de los restaurantes de moda. Y aprendió que los tropiezos son inevitable en la cocina, pero que la improvisación es una aliada.
En un fragmento del capítulo "Cataclismos culinarios", relata sus propios deslices culinarios con gracia y humor, arrancando risas y empatía. La comida no solo es algo que se come, sino también un hecho cultural que trasciende fronteras y épocas.
La Relevancia Actual
Aunque el libro se ambienta en la Nueva York de otra época, no pierde relevancia. Los recuerdos que se activan a través de estas historias siguen siendo valiosos. Y aunque los tiempos han cambiado, la comida sigue siendo aquello que se anhela.
Como dice Laurie Colwin en un de sus pasajes, "Al fin y al cabo, sin los consejos transmitidos de cocinera a cocinera, el ser humano se habría extinguido hace mucho tiempo." Su libro es una herencia que inspira a nuevas generaciones de cocineros y lectores.