La semifinal comenzó con un intercambio intenso desde el perímetro. Ambos equipos mostraron su potencial inicial con una serie de triples consecutivos, estableciendo un marcador prometedor de 6-6. Sin embargo, fue el Obradoiro quien rápidamente elevó la intensidad del juego, destacando con su fluidez ofensiva. Un triple de Millán Jiménez le dio a los gallegos su primera ventaja, aunque el Betis respondió con una canasta de Rubén de la Torre (9-8).
El conjunto dirigido por Félix Alonso encontró rápidamente su ritmo, mientras que la entrada de DeBisshop tras superar una lesión de rodilla subrayó la debilidad interior del equipo sevillano. El Obradoiro, inspirado y efectivo tanto por dentro como desde el perímetro, lideró un parcial demoledor encabezado por Álvaro Muñoz, quien amplió la ventaja hasta once puntos (19-8). Gonzalo García de Vitoria solicitó un tiempo muerto para buscar soluciones, pero el acierto seguía siendo esquivo para los andaluces.
El Obradoiro continuó dominando con transiciones rápidas comandadas por Rati Andronikashvili, quien amplió la brecha hasta un contundente 25-10. Hughes rompió la sequía bética con un triple y Stephens maquilló ligeramente el marcador para cerrar el cuarto con un 27-13 favorable a los gallegos. Este primer periodo dejó claro que nada salía como esperaban para el Betis.
El segundo cuarto comenzó con un rayo de esperanza para el Betis gracias a Hughes, quien volvió a anotar y reafirmó su condición de mejor jugador. Sin embargo, cualquier intento de reacción fue rápidamente apagado por un Obradoiro que mantuvo su ritmo y acierto. Con un parcial fulminante de 7-0, los gallegos alcanzaron una ventaja de dieciocho puntos que les permitió manejar con tranquilidad los tiempos del partido.
El Betis intentó buscar respuestas con las acciones de Renfroe y Dino, pero no lograban reducir la brecha. Mientras tanto, Stephens se convirtió en un quebradero de cabeza para los andaluces, dominando tanto en el perímetro como en la pintura, hasta elevar aún más la ventaja del Obradoiro (41-22). El brasileño Vítor Benite asumió la responsabilidad ofensiva para el Betis, pero la actuación de Millán Jiménez, en estado de gracia, marcó diferencias y cerró la primera mitad con una ventaja contundente (51-30).
El tercer cuarto vio al Betis decidido a cambiar la dinámica del partido. Con un Vítor Benite inspirado con dos triples consecutivos, encendió las alarmas en el banquillo del Obradoiro. La pausa resultó efectiva para los gallegos, que volvieron a reaccionar con un triple oportuno y un tiro libre derivado de una técnica señalada a Benite, devolviendo algo de calma a los locales (57-36). Aunque el equipo dirigido por Gonzalo García de Vitoria no bajó los brazos, los sevillanos empezaron a encontrar mejores opciones en ataque y a reducir la ventaja.
Hughes, en un rol de líder, comandó la ofensiva, mientras que un triple de Radoncic dejó al Betis a 15 puntos de diferencia (60-45). Aunque el Betis ajustó su defensa y forzó errores en un Obradoiro que comenzaba a notar el desgaste físico, los gallegos mantuvieron una considerable ventaja. Los sevillanos encontraron más fluidez desde el perímetro, con Renfroe y Hughes acertando desde el triple para cerrar el cuarto con un esperanzador 69-58.
Benite arrancó el último cuarto ajustando más el marcador (69-61), lo que generó nerviosismo en los gallegos. Hughes se echó el equipo a la espalda y con cinco puntos dejó el partido en (72-66). Sin embargo, Micovic dio una vida extra a Obradoiro y DeBisshop falló dos tiros libres cruciales. A pesar del nerviosismo y los fallos, el equipo gallego volvió a coger diez puntos de ventaja (79-69) con tres minutos por jugarse. El acercamiento fue un espejismo para los del Betis, pues Obradoiro volvió a su acierto inicial y entre Micovic y Varela dieron la victoria final a Monbus Obradoiro.
La comunidad del baloncesto puertorriqueño sigue de cerca el estado de salud de una de sus figuras más emblemáticas. Tras someterse a una intervención quirúrgica relacionada con su diagnóstico de cáncer colorrectal, José 'Piculín' Ortiz se encuentra en un período crucial de recuperación. Según informes oficiales, el exjugador mantiene una actitud positiva y está bajo cuidados médicos especializados. Su esposa, Sylvia Ríos, también lo acompaña durante este tiempo.
Desde que anunció públicamente su lucha contra esta enfermedad en noviembre del año pasado, Ortiz ha mostrado un compromiso inquebrantable con la transparencia. Ha continuado compartiendo su experiencia abiertamente, incluso mientras participaba en eventos deportivos importantes como el Torneo Preolímpico de París 2024. Además, lanzó un pódcast donde entrevista a destacadas personalidades del deporte. A pesar de los desafíos, el exastro del baloncesto sigue siendo una fuente de inspiración para muchos, demostrando coraje y determinación.
Ortiz es recordado no solo por su carrera brillante en cancha, sino también por su legado en el mundo del deporte. Con una trayectoria que incluye representaciones olímpicas y reconocimientos internacionales, su influencia trasciende las estadísticas. Ahora, mientras se centra en su recuperación, la familia Ortiz Ríos solicita respeto y privacidad. Sin embargo, también agradece profundamente el apoyo y los buenos deseos de sus seguidores. Este momento demuestra cómo el espíritu humano puede enfrentar adversidades con valentía y dignidad.