La Copa del Rey de baloncesto, celebrada en Gran Canaria, se destaca como uno de los eventos deportivos más apasionantes y abiertos del continente. Aunque equipos históricos como el Barcelona y el Real Madrid dominan las estadísticas, el formato único del torneo ofrece emocionantes oportunidades para sorpresas. Este año, ambos gigantes llegan con distintos desempeños, mientras otros contendientes muestran ambición. La competencia promete intensidad y emoción desde el primer hasta el último partido.
Este torneo se caracteriza por su estructura inusual, donde cada triunfo es crucial y no hay lugar para errores. Los equipos tienen solo tres partidos para demostrar su valía, lo que agrega un componente de dramatismo especial. Esta configuración ha permitido a conjuntos menos tradicionales brillar en ocasiones, como ocurrió hace dos años con el Unicaja Málaga. Sin embargo, la realidad histórica muestra que los grandes clubes siguen siendo los principales protagonistas.
En las últimas décadas, el Barcelona y el Real Madrid han dominado el palmarés con 27 y 29 títulos respectivamente. Estadísticamente, estos equipos han definido las finales en diez ocasiones durante los últimos quince años. A pesar de este dominio, la magia de la Copa reside precisamente en su imprevisibilidad y en cómo cualquier equipo puede escribir su propio capítulo de gloria en apenas tres días de competencia.
Este año, la Copa presenta una interesante mezcla de veteranía y frescura. El Barcelona lidera la Liga regular, mientras que el Real Madrid llega tras un inicio complicado en Europa. Otros equipos como el Unicaja Málaga y el Valencia Basket también aspiran a romper el estatus quo. La ausencia del Baskonia, habitual participante, añade un elemento adicional de incertidumbre al torneo.
Aunque el Clásico sigue siendo el enfrentamiento más esperado, especialmente en la final del domingo, otros contendientes están listos para disputar el trono. El anfitrión, Gran Canaria, busca hacer historia, pese a que ningún organizador ha logrado ganar desde hace más de dos décadas. Este escenario combina la experiencia de los grandes con la hambre de nuevos aspirantes, creando un espectáculo deportivo que mantiene viva la ilusión de todos los aficionados hasta el último segundo.
Los artistas del noveno arte en España han enfrentado numerosos desafíos para llevar sus obras al papel. La remuneración insuficiente y la falta de apoyo editorial han llevado a muchos a buscar oportunidades en mercados internacionales o a optar por la autoedición. Sin embargo, un proyecto particular ha demostrado que el esfuerzo puede tener recompensas inesperadas. En este contexto, cuatro creadores españoles decidieron lanzar una campaña de micromecenazgo para financiar un cómic sobre la controvertida figura histórica de Blas de Lezo. El éxito inicial de la primera entrega no solo superó todas las expectativas, sino que también sentó precedentes en la plataforma Verkami.
En el corazón de la España contemporánea, durante un otoño dorado, cuatro talentosos creadores decidieron embarcarse en una misión audaz: retratar la vida del legendario marino Blas de Lezo a través de un cómic dividido en dos partes. Ángel Miranda, experto en historia naval y guionista, junto con Ramón Vega, documentalista, lideraron el proyecto. Para dar vida a las ilustraciones, reclutaron a Guillermo Mogorrón, un dibujante experimentado con antecedentes en Marvel Comics, y a Miguel Ángel Abad como colorista.
La primera campaña se lanzó en 2018 con la intención de recaudar 19.000 euros. Sin embargo, la respuesta fue abrumadora, logrando más de 68.000 euros. Este éxito impulsó la continuación del proyecto, y en 2024, la segunda parte del cómic obtuvo un respaldo aún mayor, alcanzando una asombrosa suma de 121.687 euros. Estos logros no solo posicionan a Lezo I y II como los cómics mejor financiados en Verkami, sino que también sitúan la segunda parte entre los diez proyectos más exitosos de cualquier categoría en la plataforma.
Miranda explicó su elección de utilizar la plataforma de micromecenazgo: "Decidí lanzar mi primer cómic histórico mediante crowdfunding debido a la libertad creativa que ofrece. Su acogida me permitió aventurarme en un proyecto aún más ambicioso". Aunque inicialmente consideró acercarse a editores tradicionales, optó por la independencia creativa que le brindaba la autoedición. Mogorrón añadió que esta experiencia le mostró que "es posible involucrar a la gente en proyectos autogestionados si se presentan de manera atractiva".
El éxito de Lezo no solo ha sido económico, sino que también ha abierto nuevas puertas para los creadores. Miranda y su equipo ahora contemplan vender los derechos internacionales de sus obras, mientras que Mogorrón espera repetir la experiencia con futuros proyectos.
Desde una perspectiva periodística, este caso demuestra que la innovación y la perseverancia pueden romper barreras en industrias tradicionalmente conservadoras. Los creadores de cómics en España tienen mucho que ganar al explorar nuevas formas de financiación y distribución. Este proyecto pone de manifiesto que, con la estrategia adecuada, es posible lograr resultados extraordinarios sin depender de canales convencionales. Además, inspira a otros artistas a creer en sus propias visiones y a luchar por ellas, incluso cuando las vías tradicionales parecen cerradas.
La vida de Eadweard Muybridge es una fascinante narrativa de aventura y descubrimiento. Este pionero del movimiento en fotografía, nacido en 1830, dejó su hogar en Londres para buscar fortuna en Estados Unidos. Su trayectoria incluye hitos como la creación de imágenes en movimiento y experimentos revolucionarios con caballos galopando. A pesar de su aporte fundamental al cine y la tecnología moderna, Muybridge sigue siendo una figura poco conocida. En este artículo, exploramos su impacto duradero en la captura del movimiento y cómo sus innovaciones influyen en nuestra vida cotidiana.
Muybridge comenzó su viaje a los 25 años, cuando decidió emigrar a América en busca de oportunidades. Tras trabajar durante cinco años en la industria editorial, un amigo le introdujo al mundo de la fotografía. Fascinado por las panorámicas del Valle de Yosemite, abandonó California para aprender más sobre esta nueva técnica. Un accidente grave en diligencia lo llevó de vuelta a Londres, pero pronto regresó a EE.UU., equipado con cámara y determinación.
En San Francisco, Muybridge se especializó en retratos y paisajes naturales, logrando reconocimiento rápido. Sin embargo, su verdadero salto a la fama llegó cuando Leland Stanford, un magnate de la época, le encargó probar si los caballos levantaban todas las patas del suelo mientras galopaban. Después de meses de experimentación, Muybridge logró capturar imágenes que demostraron que Stanford tenía razón. Esta hazaña no solo ganó una apuesta, sino que sentó las bases para la fotografía en movimiento. El artista también perfeccionó técnicas que permitían capturar acciones con precisión milimétrica, anticipándose a tecnologías modernas como la cámara lenta.
Más allá de sus contribuciones técnicas, Muybridge fue un personaje complejo. Durante su carrera, enfrentó momentos de drama personal, incluyendo un escándalo matrimonial y un juicio por asesinato. A pesar de estos desafíos, continuó innovando, desarrollando dispositivos como el zoopraxiscopio, precursor del cine. Sus experimentos con animales y humanos desnudos o vestidos en posiciones inusuales sentaron precedentes en estudios cinemáticos y animación.
Su legado perdura en nuestras vidas diarias. Los teléfonos móviles aún conservan reminiscencias de su trabajo, desde el sonido del obturador hasta las capacidades de cámara rápida. Además, los gifs y videos lentos que disfrutamos hoy tienen sus raíces en las técnicas de Muybridge. Aunque menos conocido que contemporáneos como Edison o los hermanos Lumière, su influencia en la evolución del cine y la fotografía es incuestionable. En última instancia, Muybridge nos enseña que la verdadera innovación surge de la curiosidad y la perseverancia, incluso frente a adversidades personales.