El 30 de enero, coincidiendo con el 57º cumpleaños del Rey Felipe VI, la Reina Letizia visitó la sede central de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para liderar la reunión anual de trabajo. Durante este encuentro, se revisaron los logros de 2024 y se trazaron las estrategias para 2025 en el ámbito oncológico. Además, Doña Letizia, presidenta de Honor de la AECC, ha demostrado su predilección por la moda minimalista, optando por un conjunto sobrio pero elegante que incluyó una americana pistacho sobre un total look black.
La Reina ha comenzado el año con compromisos significativos. La semana anterior, asistió junto al Rey a FITUR y visitó el colegio CEIP Cortes de Cádiz. En ambos eventos, destacó por su vestimenta acertada y sobria. Ahora, en la AECC, continuó con su agenda social, reafirmando su compromiso con causas importantes.
Como presidenta de Honor de la AECC y de la Fundación Científica, Doña Letizia supervisa proyectos cruciales en el combate contra el cáncer. Durante la reunión, se discutieron avances en investigación y planes futuros. Su presencia no solo es simbólica sino también activa, participando en debates y tomando decisiones fundamentales para la organización. Este papel refuerza su imagen como una figura clave en la lucha contra enfermedades graves.
En términos de moda, Doña Letizia volvió a brillar con un estilismo minimalista pero sofisticado. Optó por un total look black, compuesto por una camiseta básica, pantalones fluidos y un abrigo sencillo, todo en negro. Para darle un toque distintivo, añadió una blazer pistacho, un color que está ganando popularidad y que promete continuar siendo tendencia en 2025.
Este atuendo no solo destaca por su elegancia sino también por su versatilidad. La chaqueta cruzada de Hugo Boss, que ya había utilizado en noviembre de 2023, fue combinada con mocasines de suela dentada y el bolso Doma Insignia Satchel de Carolina Herrera. Los complementos, incluyendo pendientes de aro texturizados y un anillo discreto, completaron el look sin restar protagonismo a las prendas principales. Este equilibrio entre simplicidad y distinción es característico de su estilo personal, adaptándose perfectamente a cualquier ocasión formal o informal.
La menopausia trae consigo una serie de cambios físicos y emocionales que pueden ser desafiantes. Sin embargo, el ejercicio se ha convertido en un aliado esencial para las mujeres durante esta etapa vital. Jennifer Aniston, a sus 55 años, ha encontrado en el método Pvolve, creado por Rachel Katzman, una forma de mantenerse en forma y mejorar su salud general. Este entrenamiento funcional de bajo impacto, que utiliza elementos como bandas elásticas, ha demostrado ser especialmente beneficioso para las mujeres en la menopausia, según un estudio de la Universidad de Exeter. El estudio revela que este tipo de ejercicios puede mejorar significativamente la fuerza y el equilibrio, lo cual es crucial para prevenir caídas y fracturas comunes en esta etapa.
El método Pvolve ofrece una alternativa eficaz para mantenerse activa durante la menopausia. Con ejercicios funcionales y de bajo impacto, este programa no solo fortalece los músculos y articulaciones, sino que también mejora la flexibilidad y estabilidad corporal. Las mujeres que practican Pvolve experimentan una mayor energía y fuerza sin sentirse agotadas, lo que fomenta una rutina constante y gratificante.
Los ejercicios incluyen movimientos de fortalecimiento con bandas de resistencia y pesas, así como ejercicios de equilibrio y estabilidad. Estos movimientos son adaptados a los movimientos naturales del cuerpo, lo que reduce el riesgo de lesiones. Además, el estudio de la Universidad de Exeter mostró un aumento significativo en la función de la cadera y la fuerza de la parte inferior del cuerpo, mejorando la calidad de vida de las participantes. La investigación también destacó que estos ejercicios pueden realizarse en cualquier lugar, lo que facilita su incorporación en la rutina diaria.
El ejercicio físico durante la menopausia no solo tiene efectos positivos en el cuerpo, sino que también influye en el bienestar emocional. Las mujeres que mantienen una rutina regular de actividad física reportan menos síntomas depresivos y una mayor sensación de control sobre su energía y fatiga. El movimiento libera endorfinas, promoviendo una sensación de bienestar y confianza en uno mismo.
Laura Carreño, entrenadora personal, enfatiza la importancia de adaptar los programas de entrenamiento a las necesidades individuales de cada mujer. En esta etapa, el cuerpo cambia y requiere cuidados específicos. Los ejercicios de ligero impacto y el trabajo con fuerza son esenciales para prevenir la osteoporosis y la sarcopenia. Además, el entrenamiento cardiovascular debe mantenerse para asegurar una salud óptima. Expertos como Víctor Díaz resaltan que el ejercicio de fuerza mejora la composición corporal, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y favorece el equilibrio metabólico, todo lo cual contribuye a una mejor calidad de vida durante y después de la menopausia.