La temporada 2025 de Moto2 arrancó con un ritmo frenético en el Circuito Internacional de Chang, en Buriram, Tailandia. El español Manu González y el italiano Celestino Vietti protagonizaron una lucha intensa por la posición de liderazgo desde los primeros compases de la carrera. Mientras tanto, Arón Canet se distanció del grupo principal, Dani Holgado remontó hasta la octava plaza, y David Alonso tuvo que conformarse con la vigésima posición. La competencia estuvo marcada por las altas temperaturas, que superaron los 35°C ambientales y 57°C en la pista, lo que añadió un desafío adicional a los pilotos.
El inicio de la carrera fue explosivo. Apenas se apagaron los semáforos, Vietti tomó la delantera sobre González, quien había logrado la pole position. Sin embargo, el español no tardó en reaccionar y recuperó rápidamente el liderato tras unas pocas vueltas. Senna Agius mantuvo una constante tercera posición, mientras que Arón Canet y Diogo Moreira completaban el Top-5. Además, Izan Guevara y Darryn Binder recibieron penaltis de doble vuelta larga por infringir las reglas de salida, lo que afectó sus posiciones iniciales.
El clima jugó un papel crucial durante la carrera. Con temperaturas elevadas tanto en el ambiente como en la superficie del circuito, los pilotos enfrentaron condiciones extremas. Estos factores influyeron en el rendimiento de las motos y en la estrategia de los equipos. La ausencia de Sergio García Dols, quien sufrió una caída durante entrenamientos la semana anterior, también dejó un hueco significativo en la competencia. Su lugar fue ocupado por Óscar Gutiérrez, añadiendo más incertidumbre al ya emocionante evento.
Los aficionados siguieron cada momento de la acción con gran emoción. Los cambios de posición fueron constantes, especialmente entre los líderes. González marcó tiempos impresionantes, superando a Vietti por dos décimas en su vuelta rápida. La competencia continuó siendo intensa, con varios pilotos buscando su oportunidad para destacar en esta primera cita del campeonato. Cada vuelta trajo nuevas sorpresas, manteniendo a los espectadores en vilo hasta el final.
La jornada inaugural de Moto2 en Tailandia demostró ser una prueba desafiante pero emocionante. Los pilotos mostraron habilidades excepcionales bajo condiciones climáticas adversas. Mientras algunos lograron sobresalir, otros tuvieron que hacer frente a contratiempos como penalizaciones o salidas complicadas. Este encuentro inicial ha sentado las bases para una temporada prometedora, llena de competencia y suspense.
Antes incluso de que las luces se apaguen para dar inicio a la temporada, el mundo del motociclismo ya está experimentando movimientos significativos. Algunos pilotos han tenido que ceder su lugar debido a problemas de salud. Joel Esteban ha tomado el volante en reemplazo de un compañero afectado por una lesión, asegurando que el equipo mantiene su fuerza intacta. De manera similar, Adrián Cruces también ha sido llamado a cubrir una vacante causada por las mismas circunstancias, manteniendo así el espíritu competitivo del equipo.
En otra noticia relacionada, Jakob Rosenthaler se encuentra ahora en los boxes del equipo Aspar, preparándose para lo que se avecina. Este cambio se debe a consideraciones internas del equipo. Por otro lado, Máximo Quiles deberá aguardar hasta la competencia en Austin para hacer su debut oficial, ajustándose a las regulaciones específicas sobre la edad mínima para participar.
Estos cambios demuestran la adaptabilidad y resiliencia de los equipos de motociclismo. A pesar de los contratiempos iniciales, el espíritu deportivo prevalece, mostrando una vez más que el compromiso con el deporte supera cualquier obstáculo. La anticipación crece para ver cómo estos nuevos rostros se desempeñarán en la pista y qué sorpresas nos deparará esta prometedora temporada.
En una noche memorable para el boxeo español, el pugilista catalán Sandor Martín ofreció un espectáculo excepcional en el Barclays Center de Brooklyn. Aunque no logró conquistar el título superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que permaneció en manos del dominicano Alberto Puello por decisión dividida, Martín demostró su valía y dejó una impresión duradera. El combate, narrado por el ex campeón mundial Kiko Martínez, fue un enfrentamiento vibrante que augura un futuro prometedor para el español en los grandes escenarios del boxeo internacional.
El encuentro comenzó con intensidad desde el primer asalto. Ambos luchadores salieron a todo dar, sin titubeos ni precauciones iniciales. Sandor se adueñó rápidamente del centro del ring, mientras Puello empleaba sus ágiles movimientos para mantenerse fuera de alcance. A medida que avanzaba la pelea, el catalán mostró una estrategia inteligente, combinando ataques precisos con defensas sólidas. Sin embargo, el dominicano respondía con contragolpes rápidos y efectivos, manteniendo el duelo en un equilibrio precario.
La mitad del combate marcó un punto de inflexión. Bajo las indicaciones de su padre y entrenador, Rafa Martín, Sandor incrementó su ritmo, lanzando golpes contundentes. Puello también elevó su intensidad, buscando controlar el centro del ring y conectando fuertes impactos en el rostro del español. Los intercambios de golpes se volvieron cada vez más intensos, con ambos competidores resistiendo y contraatacando en corta distancia. La rapidez y agilidad del campeón dominicano le permitieron aprovechar momentos de fatiga en su oponente, pero esto no disuadió a Sandor, quien continuó luchando con tenacidad hasta el final.
Los últimos minutos fueron cruciales. Mientras ambos boxeadores intercambiaban golpes y esquivaban ataques, quedó claro que Puello mantenía una mayor frescura física. Sin embargo, lo que resalta es la actuación sobresaliente de Sandor Martín. A pesar de la derrota, el catalán ha demostrado que está listo para enfrentar desafíos de alto nivel. Su rendimiento en este combate, tras un año de inactividad, evidencia su capacidad para competir en los más altos niveles del boxeo mundial. Martín puede regresar a España con la certeza de haber dejado todo en el ring y haber puesto en aprietos al mismo campeón.