Lo que prometía ser una confrontación intensa, se transformó en una tarde relajada para los aficionados del Palau Blaugrana. A pesar de la ausencia de presión competitiva debido a la clasificación segura del Barça para la Copa, el equipo catalán logró su tercera victoria en una semana. El partido fue marcado por la reaparición de Willy Hernangómez y la destacada actuación de Parker, quien lideró a su equipo hacia el triunfo. Bilbao Basket mostró resistencia inicial pero no pudo competir con el mayor potencial de los locales.
El encuentro comenzó con cierta lentitud para el equipo azulgrana. Bilbao tomó ventaja inicialmente (2-7), aprovechando las numerosas rotaciones que le permitieron mantener un ritmo alto y sofocante. Los primeros minutos fueron complicados para Barcelona, cuyo juego parecía plano y poco intenso. La defensa de Bilbao era sólida, lo que dificultaba la fluidez ofensiva del Barça. Metu, actuando como pívot, fue uno de los pocos jugadores capaces de marcar diferencias en este inicio desafiante.
A medida que avanzaba el primer cuarto, la falta de intensidad del Barça se hizo evidente. Bilbao Basket dominaba gracias a su agresividad defensiva y al corte del ritmo del partido. Peñarroya, consciente de esta debilidad, enfatizó la necesidad de aumentar la intensidad durante el primer tiempo muerto. Aunque la táctica no era el problema principal, la actitud y la energía eran fundamentales para revertir la situación. Metu siguió siendo clave en este período, mientras que Bilbao mantenía su superioridad parcial (17-25).
La segunda mitad del partido vio una notable mejoría en el rendimiento del Barça. Con ajustes estratégicos y un aumento en la intensidad defensiva, el equipo catalán recuperó el control del juego. La entrada de Willy Hernangómez y Jabari Parker revitalizó el ataque y la defensa, reduciendo rápidamente la diferencia. Al descanso, ambos equipos empataron (42-42), marcando un punto de inflexión crucial en el desarrollo del partido.
En el tercer cuarto, Barcelona demostró su superioridad con una defensa más apretada y un ataque más fluido. Bilbao, a pesar de sus esfuerzos, no pudo mantener el mismo nivel de competencia. La facilidad con la que Barcelona encontraba tiros y su dominio en el rebote (23 a 12) fueron factores decisivos. La afición del Palau celebró cada canasta de Parker y Brizuela, disfrutando de una victoria tranquila y sin sobresaltos (74-61). En el último cuarto, aunque Bilbao intentó acercarse, la tranquilidad y el control del Barça aseguraron un final cómodo para los locales.
En un emocionante enfrentamiento, el Baskonia logró una victoria significativa sobre Río Breogán con un marcador final de 97-91. El partido se desarrolló en el Fernando Buesa Arena ante más de ocho mil espectadores. Los árbitros impusieron diversas reglas y sanciones durante el juego, incluyendo una falta técnica al entrenador del equipo local.
Baskonia demostró una sólida actuación, especialmente en el tercer cuarto, mientras que Río Breogán mantuvo una resistencia constante a lo largo de los cuatro periodos. La contribución de jugadores clave fue crucial para ambos equipos, destacando las actuaciones individuales que marcaron la diferencia en el marcador final.
El Baskonia mostró una notable eficacia en su ataque, liderado por un jugador estelar que anotó 33 puntos, convirtiéndose en el máximo anotador del encuentro. Además, otros miembros del equipo contribuyeron significativamente, asegurando una ventaja estable durante gran parte del partido. Esta estrategia ofensiva permitió al equipo mantenerse por encima de su rival hasta el final.
El desempeño individual de cada jugador fue esencial para el resultado final. Mientras algunos destacaron en la primera mitad, otros tomaron el relevo en la segunda, garantizando una continuidad en el ataque. Especialmente sobresaliente fue la actuación en el tercer cuarto, donde el Baskonia incrementó su ritmo y anotó 30 puntos, consolidando así su posición dominante en el marcador. Este periodo fue decisivo para determinar el rumbo del partido.
Río Breogán no se rindió fácilmente y ofreció una feroz competencia, especialmente en los primeros dos cuartos. A pesar de la superioridad del Baskonia, el equipo visitante logró mantenerse competitivo gracias a una distribución equilibrada de puntos entre sus jugadores. Su persistencia fue evidente en cada jugada, luchando hasta el último segundo.
Los jugadores de Río Breogán demostraron gran resistencia y habilidad en la cancha. En particular, tres integrantes del equipo inicial tuvieron actuaciones destacadas, aportando cerca de la mitad de los puntos totales del equipo. Además, el banquillo también contribuyó significativamente, proporcionando frescura y nuevas opciones estratégicas cuando fue necesario. Aunque finalmente no lograron superar al Baskonia, su rendimiento mereció reconocimiento en este reñido encuentro de baloncesto.
La emoción del deporte rey en España se traslada a las canchas de Gran Canaria para un evento que promete ser inolvidable. Entre los días 13 y 16 de febrero, el Gran Canaria Arena será el escenario donde los ocho equipos más destacados de la Liga Endesa competirán en una batalla de eliminación directa por el título de la Copa del Rey. Este encuentro, celebrado en formato de eliminatorias únicas, otorgará al ganador el prestigioso trofeo que todos anhelan levantar.
Antes de que comiencen las emocionantes confrontaciones, un acto especial definirá el camino de cada equipo. El próximo martes 21 de enero, en el Auditorio Alfredo Kraus, bajo la conducción del presidente de la Liga Endesa y otros invitados especiales, se revelarán los enfrentamientos de cuartos de final. Los aficionados esperan con ansias conocer cómo se distribuirán los partidos, especialmente considerando que el Real Madrid, actual campeón, buscará defender su título.
Este torneo no solo es una competencia deportiva, sino también un símbolo de unidad y pasión. Reúne a los mejores equipos del país, desde el líder indiscutible hasta aquellos que han luchado con garra por cada victoria. La Copa del Rey representa el espíritu competitivo y la excelencia en el baloncesto español, inspirando a jugadores y fanáticos a seguir soñando y trabajando duro para alcanzar la gloria. Es un momento para celebrar el talento y la dedicación que hacen del deporte algo verdaderamente especial.